Anika entre libros

Entrevista a Luis Astolfi por "Con el alma dentro"

"Al iniciar un cuento siempre sé lo que quiero contar, y a dónde quiero llegar, pero casi nunca el recorrido, el cómo. Así que dejo a los personajes que me lo cuenten: los creo, los pongo ahí, en la situación que sea, y los dejo hablar"

Firma: Joseph B Macgregor / Fotos: autor / Mayo 2007

 

Luis Astolfi nació en Madrid, el 3 de agosto de 1963, y es informático de oficio, ganándose la vida como especialista en telecomunicaciones. Comenzó a escribir a la temprana edad de nueve años, y aunque nunca abandonó el gusto por la escritura, no fue hasta 1992 cuando comenzaron a editarse sus trabajos de manera habitual, primero como comentarista literario en diversas publicaciones especializadas para continuar, a partir de 2000, con sus esporádicas pero ininterrumpidas colaboraciones como cuentista.

Apasionado por la historia (con predilección por el antiguo Imperio Romano), los viajes (conoce cerca de treinta países), y los idiomas, sus cuentos se convierten en un recorrido a lo largo del mundo y sus diferentes culturas, mostrando en ellos un profundo respeto hacia todo aquello que, por temor al gran desconocido que es lo diferente, tiende a ser instintivamente rechazado. Viajes siempre fascinantes, plenos de magia y descubrimientos, pero al mismo tiempo duras travesías de trayecto difícil, viajes "de aventura" que el autor vive y hace vivir, calurosamente, dejándose literalmente la piel en ellos.

"Con el alma dentro" es una recopilación de cuentos de este escritor madrileño: historias sencillas, nada enrevesadas, creadas por un autor que te sabe llevar por donde él quiere; un narrador admirable y sensacional con un sabio dominio del suspense narrativo y de los mecanismos para provocar en el lector todo tipo de sensaciones que van desde la carcajada hasta la lágrima amarga.

Vamos a conversar ampliamente con él sobre este libro que publicó en el año 2006.

 

 

ENTREVISTA

 

La primera historia, CLUB GRICEL me ha gustado especialmente por lo que tiene de obsesión amorosa, cuento fantástico y libro de viajes. ¿Por qué esta presente el tema de la obsesión amorosa en la mayor parte de tus cuentos?

El amor es un sentimiento primordial que nos permite sobrevivir como especie, y seguirlo impulsivamente está escrito en nuestro código genético. El problema es cuando este sentimiento, bueno en principio, nos supera, escapa de nuestro control y se transforma en algo invencible y destructivo que nos hace daño, por sí mismo o por sus consecuencias, en algo que no se puede decidir si lo quieres o no, más dañino cuanto más intenso es, del que sólo nos podemos llegar a librar cuando él decide irse, cuando se acaba por sí mismo.

En los cuentos he querido hablar de los efectos de los distintos tipos de amor (a la pareja, "a quien no se debe", a los hijos, a los amigos, a las cosas, a uno mismo...) y he querido pasear lentamente por los caminos que se abren en cada caso. Me gusta tratar el hecho de que alguien se vea "obligado" a hacer algo en contra de su voluntad, de que alguien que nunca se hubiera planteado actuar de un determinado modo acabe viéndose empujado a ello.

En cuanto a los viajes, ya que lo has mencionado, te diré que con el tiempo he comprendido que viajar por el mundo es la única manera de comprenderlo. Los viajes educan el alma. Quien ha viajado mucho se acaba dando cuenta de que la escala de valores de su propia vida cambia, y de que la importancia de las cosas siempre es relativa al lugar donde uno está. Por eso los viajes son otra "obsesión" en mis relatos, ya que me permiten plantear los temas desde diferentes puntos de vista, y eso, creo, enriquece las ideas plasmadas.

  

También me parece especialmente brillante la importancia que tiene el tango, tanto bailado como cantado, en el desarrollo de la narración o como explicación de los enigmas planteados. Coincide en eso con BAILANDO HASTA EL AMANECER, aunque aquí introduces un elemento nuevo: el humor grotesco. ¿De dónde nace ese interés por el baile o la danza?

El baile en general me apasiona como lenguaje de cortejo. Sus orígenes están en el mismo lugar que las danzas de cortejo de los animales, si bien hoy en día creo que ha perdido parte de esa función, y se ha convertido en un medio de diversión, o incluso en un modo de hacer ejercicio físico. El tango es tema aparte. Al principio, cuando me embarcaron en el aprendizaje de los bailes de salón hace ya bastantes años (como puro entretenimiento), el tango me llamó la atención por parecerme el más sencillo de aprender: un baile cuyos pasos podían memorizarse fácilmente y que no exigía (en apariencia) ni contoneos ni sentido del ritmo, era el ideal para las personas que, como yo, desconocemos donde está nuestra cadera. De modo que a él me dediqué para conseguir salir del paso de la situación, más o menos airosamente. Pero después se me ocurrió volar a Buenos Aires, y allí, como quien se enamora de alguien, viendo bailar a los milogueros con las milongueras, yo me enamoré del tango, aunque muy pronto me di cuenta de que sería un amor imposible, y de que para mí el tango de verdad sería para siempre inalcanzable. De modo que intenté bailarlo de otro modo, más accesible para mis capacidades.

CLUB GRICEL, el relato, pretende ser eso precisamente, un tango: como éstos, es una historia triste en apariencia, pero llena de esperanza en el fondo; como el tango, mantiene un ritmo, una musicalidad en cada frase y en cada párrafo, es un baile continuo, un abrazo permanente que va de acá para allá, lleno de emociones. Quien quiera ver un ejemplo de este tango milonguero, tan alejado del tango convencional de exhibición conocido por todos, puede ir a youtube.com, precisamente en el Club Gricel de Buenos Aires.

 

Pienso que el dibujo que haces de GRICEL es tremendamente convincente, muy conseguido. Uno puede imaginar perfectamente cómo es esa mujer y entiende y comparte como lector el enorme atractivo que despierta en el protagonista del relato. ¿Por qué la mayor parte de las mujeres que aparecen en tus relatos poseen rasgos comunes?: son misteriosas, atractivas, esconden un secreto…

¿Y qué mujer no lo es para alguien? Bueno, en realidad, a esta pregunta debo contestarte con un "No lo sé." Es así como se me presentan, como las voy viendo según se van desarrollando. A mí, esas características me parecen muy interesantes, tanto en una mujer como en un hombre (piensa en Aldo Carioti, que aunque es un poco malo, también es realmente atractivo; de hecho, tiene mucho éxito con las mujeres, y no por su dinero).

Creo que la característica principal de mis cuentos es el misterio, pero esto surge de lo que "esconden" en el fondo los personajes. Una persona interesante es lo más interesante para otra persona, mucho más que un objeto o una situación luisastolfi1interesantes. Y lo esconden porque ellos quieren, y hasta cuando quieren. A veces ni siquiera lo desvelan. Por ejemplo, el padre Andrea, el cura de SÓLO EL INOCENTE. Hay toda una historia detrás de él, pero en este relato no nos la quiso contar. Tal vez un día lo haga. Carina es otro ejemplo, que se resistió a desvelar su misterio hasta el final (y aún hoy, no estoy muy seguro de cuál es su papel en la aventura de Aldo Carioti).

Lo que quiero decir es que no doy más que cuatro pinceladas para dar vida a un personaje, lo demás lo hacen ellos mismos, y la imaginación del lector, que compone la realidad del personaje basándose en sus propias preferencias personales. Gricel es un caso claro en el que la creación supera al creador, como un hijo que, una vez puesto en el mundo, va mucho más allá de lo que hasta sus padres esperan de él. En sus casi diez años de vida he podido comprobar que, de alguna manera, Gricel es capaz de enamorar a cualquiera. Se adapta, se pega al corazón del lector, que se identifica de inmediato con el narrador, y le lleva en un baile sin fin que acaba en esa habitación de hotel. Gricel ha adquirido en su fantástica realidad vida propia, y casi me la imagino saliendo de la milonga. ¿Se nota mucho que es mi preferida?

 

Yo diría que sí... Del segundo relato, LA LUZ DE LA GRAN VERDAD, me gustaría saber, en primer lugar, si es cierto lo que se cuenta acerca de la relación entre niños no adoptados y tráfico de órganos en la India.

No hay que perder de vista que LA LUZ DE LA GRAN VERDAD sucede en un futuro imaginado, aunque basado en la realidad actual. Lo del tráfico de órganos no deja de ser un rumor que, por desgracia, tiene muchas probabilidades de ser cierto; lo leí en su momento, y también lo trataron en un documental de investigación, aparte de ciertos detalles que vi cuando visité la India. Aún así, en este mundo futuro que he inventado las cosas son peor que hoy (por ejemplo, hoy por hoy uno no puede irse a un país del tercer mundo y comprarse un niño, eligiendo en un catálogo, no al menos oficialmente). En este aspecto soy pesimista, viendo el camino que llevamos temo que el futuro va a ser muy negro, mucho peor que nuestro presente, hasta que se rompa, de algún modo, con esta tendencia. Y estoy convencido de que esto sucederá, a través de seres como Runa Laila, símbolo de lo que está por venir. Si lo pensamos, no es necesaria más que una generación para arreglar las cosas, pero una generación limpia y luminosa que sea educada de otra manera.

 

En este caso lo que más me interesa es la excelente capacidad que tienes para introducir elementos fantásticos o mágicos en un entorno cotidiano, algo que caracteriza la mayor parte de los cuentos de la recopilación.

Esa es justo mi intención. Para mí, la fantasía es sobre todo el medio para atrapar la atención del lector, para encandilarle y, entonces, hablarle de las cosas importantes en las que quiero que piense. No hay más que ir por el mundo con los ojos abiertos, como un niño, asombrándonos de todo, para comprobar lo fantástica que puede ser nuestra realidad, para encontrar mil cosas de las que hablar. Y la ficción es el camino, nunca la meta. Por eso me encuentro cómodo escribiendo sobre cosas que pueden parecer simples, es más, escribiendo temas sobre los que ya se ha escrito una y otra vez. Lo que pretendo es hacerlo de un modo diferente, pero como una llamada de atención sobre otras cosas que no se tratan tanto, las que de verdad me importan.

 

Cuando la cría canta, la pude oír cantar en mi interior, considero que esta es la cualidad más hermosa y sobresaliente de este bonito cuento. Algo parecido me pasó cuando leí LÁGRIMAS DE ÁNGEL, en el que describes algo similar. ¿Qué simboliza para ti el canto de los niños que aparecen en algunos de tus cuentos?

Creo que el ángel de este cuento es de la misma familia que el que también canta en LA LUZ DE LA GRAN VERDAD. Son esos seres los que, nos pongamos como nos pongamos, tienen que abonar el terreno para arreglar las cosas en el mundo. O eso, o ya podemos despedirnos. Su canto es su modo de inspirar Paz. ¿No has percibido alguna vez que estando al lado de una persona en concreto, desconocida, te sientes inmediatamente bien, sin ninguna razón aparente? Cuando alguien tiene la fortuna de convivir con uno de estos ángeles, descubrirá lo que significa esta Paz a la que me refiero, entenderá lo que significa abrazar al Ángel, y al fin sabrá que por encima de cualquier amor que uno haya podido experimentar, está el Amor Absoluto que se siente por ellos, más allá del cual ya no existe nada, el único amor incondicional, el único amor que vale más que la propia vida.

El futuro no son robots, naves espaciales ni viajes interplanetarios; el futuro son los niños. Por eso los niños son tan importantes en este libro. De hecho, con permiso de Gricel, son lo más importante. No se les puede gritar, ni pegar, mi maltratar en modo alguno. Ellos son nuestra única esperanza. El mundo será suyo en veinte años. No puedo entender cómo no se les respeta más.

 

De SOLO EL INOCENTE me interesa todo el partido narrativo que le sabes sacar a un cuadro inédito de Leonardo Da Vinci ¿Qué simboliza para ti exactamente?

El cuadro es el aglutinador de todas las ideas que quería explorar en este relato. Primero, desde el punto de vista artístico, quise representar algo que nunca había visto: no el beso, sino el segundo después del famoso beso, la mirada que sin duda se dirigieron cuando eso sucedió. Para ello conté con la ayuda de un auténtico maestro pictórico contemporáneo, el gaditano Manuel Barca, que durante el proceso de escritura del relato me estuvo orientando al respecto de cómo hubiera sido una pintura de Leonardo da Vinci.

En términos psicológicos, quise expresar lo que puede sentir un traidor tras ejecutar la traición, no tanto simbólicamente como en realidad: cuando uno hace algo que perjudica a alguien amado, sabiendo que lo está haciendo, tiene que sentirse muy, muy mal. Así que tuve que meterme en la piel, en el alma, de una persona atormentada por sus remordimientos, y lo hice por partida doble: Aldo y Judas. Uno en mitad de una vida en la que ha perdido su paz interior y que se ha convertido en un ser despreciable, otro en medio de una eternidad de búsqueda infructuosa de esa paz.

Por último, también me interesaba mucho otro aspecto histórico, que últimamente parece haberse puesto de moda: que Judas (de haber llegado a existir) tuvo que ser el preferido, el hombre de confianza, el hermano, el elegido para llevar a cabo todo el Plan, el que aceptó perder hasta su vida por complacer a quien más quería.

Que yo sepa, ese cuadro de Leonardo todavía no ha sido hallado, pero una versión del mismo, realizada casi a la vez que el cuento por el Maestro Barca, se puede contemplar en la web de mi editorial y en la del propio autor (http://www.mbarca.net). Te aseguro que sobrecoge enfrentarse a él.

 

En LA LEÑA SOBRE EL ARBOL CAÍDO, me llama la atención el contraste tan brutal que se produce entre lo bucólico del comienzo (una suerte de canto a la vida natural) y el posterior desarrollo de un violento cuento de terror (El momento en que Lar está subido al árbol es brutal, impresionante…) con algo de cruel fábula ecologista. Me gustaría saber cómo escribes tus cuentos, si los tienes desde el principio en la cabeza o vas improvisando sobre la marcha. La impresión que me da tras leer este cuento es que lo tienes perfectamente estructurado antes de escribirlo.

Al iniciar un cuento siempre sé lo que quiero contar, y a dónde quiero llegar, pero casi nunca el recorrido, el cómo. Así que dejo a los personajes que me lo cuenten: los creo, los pongo ahí, en la situación que sea, y los dejo hablar. Algunos se resisten a hacerlo, como ya te he contado antes, pero igual que a las personas, hay que darles tiempo, hacer que confíen en ti. El fondo de este relato, más allá de mi preocupación por lo que le estamos haciendo al planeta, o de la violencia imperante en ese mundo desolado que nos aguarda, es que por difíciles que sean las circunstancias, si nos sentimos flaquear, siempre encontraremos a alguien que nos recordará qué es lo que debemos hacer.

Escribí varias versiones para el desenlace, pero al final sólo podía suceder una cosa. Aunque en el último momento el padre falla en su determinación, ahí está luisastolfi2el hijo para recordarle cuál es su compromiso: salvar el bosque a toda costa. Esta fue para mí la mayor sorpresa, no sólo de este relato, sino de todo el libro. No lo tenía pensado así. No me lo esperaba.

 

DE PIE NO SE PUEDE CONCILIAR EL SUEÑO como una reflexión sobre los límites que nos ponemos a nosotros mismos para ser felices o para hacer las cosas que realmente deseamos ¿Todos tus cuentos tienen alguna moraleja?

Moraleja en el sentido de aprendizaje, sí. Pero no como lección-consecuencia-castigo. Creo que todo lo que sucede es por algo, nada es gratuito en el Universo, y también creo que si no aprendemos una lección que tenemos que aprender, estaremos obligados a repetir el examen una y otra vez, hasta que lo hagamos. De los cuentos podemos obtener varias cosas: el puro placer de la lectura, entretenimiento, emociones, descubrimiento de lugares desconocidos... pero todo esto de poco serviría si el lector no se detuviera a pensar un poco al acabar, si no obtuviera de ellos algo práctico, algo útil. Al final, lo que por encima de todo pretendo con cada cuento, además de emocionar, es hacer pensar. Si lo consigo, objetivo cumplido.

 

CON EL ALMA DENTRO, el cuento que da título a la recopilación, insiste de nuevo en la figura de Judas Iscariote y su traición, desde un punto de vista más divertido. ¿Por qué te interesa tanto este personaje?

Judas es para mí un personaje apasionante porque me parece un compendio de muchos conceptos en los que vale la pena detenerse: la traición, la manipulación, el ser un medio para la obtención de algo, el amor fraternal, el sacrificio... Y sobre todo el arrepentimiento, que, como el amor, todos acabamos por experimentar antes o después. Pero el arrepentimiento como remordimiento que nos atormenta por haber hecho o dejado de hacer algo que ha tenido consecuencias terribles.

Para este cuento también pensé en Caín, otro que seguramente también anda por ahí buscando su paz perdida, pero lo aparté para otra ocasión que está por llegar. Enlazando con esto, pensé en el modo en que Judas intentaría conjurar sus demonios de seguir por este mundo de algún modo, y así surgió la trama principal del relato: que no se puede salvar a quien no desea salvarse. Obviamente planteé una similitud con los hechos históricos de la Gran Traición, pero el fondo subyacente, lo más sutil del argumento, es la obsesión del alma reencarnada de Judas por salvar a la prostituta a toda costa, por sacarla de su mundo, del que, quién sabe, tal vez ella no desea salir. Es como si el pobre espíritu eternamente condenado pretendiera limpiar su pecado haciendo obsesivamente el bien, como si fuera una penitencia, sin pararse a pensar que su bien no tiene por qué ser bien para otros, acabando al final de vuelta en el Infierno. Así que a mí no me parece que el cuento sea muy divertido...

 

QUERCUS ALBA es un original historia de "vampiros etílicos"; una de las que más me gustó y donde se demuestra, una vez más, el dominio del suspense, pero también me da la impresión que tu intención era tomar géneros literarios (principalmente el terror y la ciencia-ficción) y darles la vuelta. De alguna forma, este cuento de terror parece mucho más real y lógico que las típicas historias que nos han contado a ese respecto habitualmente. ¿Era esa tu intención, trastocar un poco los códigos de este tipo de narración?

Pues sí, quería una historia con desenlace previsible, pero que no fuera el desenlace final. Antes te decía que generalmente no tengo previsto el curso de los acontecimientos de las historias, y que dejo a los personajes que vayan "viviendo" su vida. Pues aquí lo llevé al extremo: este relato se desarrolló desde su inicio convencionalmente: familia misteriosa, amigo secuestrado y añadido como ingrediente secreto al vino que lo dota de características especiales, etc. Yo sabía que no era así, aunque ignoraba qué es lo que estaba pasando exactamente con la dichosa familia. A lo largo de la historia iban sucediendo cosas que me parecían muy interesantes, estaba dejando ir a su aire a los personajes, en una especie de trance en el que los acontecimientos se iban desarrollando sin mi intervención consciente, como si yo fuera un mero medio para ellos, pero sin tener claro por qué sucedían (por ejemplo, la afición desmedida de Alba a su vino, y el poco efecto etílico que éste le causa). Como te decía antes, esto es habitual en mi proceso de creación, pero no tanto como en este relato. Y entonces, justo al final, Alba empezó a hablar, a explicar las motivaciones de su árbol genealógico.

Recuerdo con emoción el momento: mis dedos volaban sobre el teclado, no sabía ni lo que estaba escribiendo, alguien me lo estaba dictando al oído. Y entonces lo entendí todo, el comportamiento de cada personaje, lo que decían y lo que no decían, y pude volver atrás para redondear la historia. Si escribí CLUB GRICEL si fuera un tango melancólico y rítmico y LAST SONG FOR LISA MARIE como una canción de amor de Elvis Presley en la que alternara su voz aguda con su voz grave, QUERCUS ALBA ha sido para mí como un vino extraordinario, de ese tipo que cambia a medida que se va oxigenando, desarrollándose y creciendo minuto a minuto, transformándose en otro por completo diferente al que era tan sólo media hora antes, al abrir la botella. Lo pasé realmente bien bebiéndomelo hasta el final.

 

PARA SIEMPRE narra un curioso experimento de clonación humana que contado puede sonar absurdo pero que leído no lo es para nada.

Es cierto, no creo que sea absurdo. La clonación humana ocurrirá antes o después, si es que no ha ocurrido ya, pero lo verdaderamente importante es que se tomen medidas para garantizar la humanidad de lo que sea que salga de ello. Y creo que es sencillo: del mismo modo que todo el mundo acepta que un ser concebido por inseminación artificial es un ser humano normal y corriente, con todos los derechos y obligaciones de cualquier otro, se tendrá que asegurar que un clon es exactamente un ser humano con los mismos derechos y obligaciones de cualquier otro. Que a nadie se le ocurra pensar que se van a hacer clones para guardarlos en un armario y usar sus órganos para transplantes cuando hagan falta, o para usarlos como mano de obra barata. Pensar eso, sí que me suena absurdo.

Dejando a un lado todas estas digresiones, mi principal interés al escribir este cuento fue poner en una balanza a los dos amores teóricamente más poderosos (a un progenitor y a la descendencia) y ver quien tiene las de ganar. Y por otro lado, volver a divagar acerca de si el amor, algo que es intrínsecamente bueno, se puede convertir en algo nefasto tanto para quien lo profesa como para quien lo inspira, de consecuencias irreparables.

 

Y el libro concluye con una bonita historia de amor, CUANDO FUI HISTORIA, donde se demuestra que el amor verdadero y apasionado es capaz siempre de ir más allá del espacio y el tiempo ¿Cómo se puede escribir sobre sentimientos sin caer en la cursilería o lo ñoño?

Sólo hay un modo: sintiendo de verdad las emociones sobre las que se escribe. Los sentimientos nunca son cursis, si son sinceros. El truco consiste en meterse dentro del narrador, hacerse él mismo, y dejarle comunicar lo que quiera transmitir. Por eso siempre escribo en primera persona. También me gusta mucho trabajar el lenguaje no verbal de los personajes, dejarles que se expresen sin palabras, solamente a través de lo que hacen, de sus gestos, de sus miradas o de sus silencios. Todos hemos experimentado en nuestras vidas todo tipo de emociones. Pues si consigues que el lector se identifique con un personaje que está sintiendo algo, inmediatamente le comprenderá, recordando sus propios sentimientos, y los volverá a sentir durante la lectura. Por eso creo que todos mis cuentos en general son como el cuadro de Judas: cada cual ve en ellos lo que su propia experiencia les hace ver, ni más ni menos que lo que lleva dentro de sí mismo.

 

¿Estás trabajando en algo nuevo actualmente?

Siempre, es una necesidad. Sé lo que quiero contar en mi próximo trabajo, que ya será más extenso que un breve cuento. Pero todavía no he hallado el medio preciso, de modo que ahí ando, dejando a los personajes que ya he creado que campen a sus anchas por ese mundo virtual de la novela, yendo de acá para allá hasta que todos juntos encontremos el camino idóneo para contar la historia.

 

Pues muchas gracias, Luis. Has sido muy amable conmigo contestando a estas preguntas. Si deseas añadir alguna cosa más…

Sólo agradecerte este regalo que me haces, que es tu tiempo, tanto para leer mi libro como para preparar esta entrevista. Espero que esta alma que he puesto en el papel llegue a muchos corazones, y que todos encuentren su Paz, si es que alguno aún no lo ha hecho.

 

Gracias… de corazón.

Saludo a la luz que hay en ti. Namasté.

 

ver + Luis Astolfi

 

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