Anika entre libros

Entrevista a Juan Eslava Galán por "Los años del miedo"

"Estoy reflejando aquí familias anónimas, la pobreza… pero también tengo que reflejar la gente que después ha tenido relevancia, por eso le dedico especial atención a la familia Real"

Firma y fotos: Anika Lillo / Julio 2008

 

Quien conoce la literatura y el ensayo de Juan Eslava Galán, no necesita que le aconsejen la lectura de un nuevo libro suyo. Sabe que le gustará. Quien todavía no le ha leído desconoce que lo imposible es posible: divertirse leyendo incluso cuando se habla de penurias. Es su toque particular, ese sentido del humor andaluz que le sale de dentro, sin dejar de lado su indiscutible cultura y el gran trabajo que hace en cada uno de sus libros.

Aprovechando la presentación en Valencia de su libro "Los años del miedo", segundo tomo de sus crónicas de España, quedamos para hacerle una entrevista y comer juntos. Ni que decir tiene que me ocurrieron dos cosas a su lado: que me lo pasé muy bien aprendiendo de él, y que debo admitir que sabe más de cocina que yo.

Los años del miedo comenzó en el 2005 con "Una historia de la Guerra Civil que no va a gustar a nadie" (lógicamente, el título es justo lo contrario de lo que ocurre con su obra) En ella se mezcla el ensayo del historiador con la novela, las curiosidades de la época con el rigor histórico, el reportaje fotográfico con el humor personal del autor, una bibliografía tan extensa que haría temblar a muchos (y que Eslava Galán ha leído) y un método que consigue que se puedan leer los libros por separado sin que uno desmerezca al otro. Una palabra francesa me viene a la cabeza para definir su libro (y me quedo cortísima): chapeau.

Hablar con él del libro merece la pena, y leerlo, y hablar con él simplemente, de cualquier cosa... también. Esta entrevista se realizó el día de mi cumpleaños de modo que he tenido el placer de pasar uno de los más insólitos y más estupendos cumpleaños junto a un autor al que admiro personalmente. Lo comparto con vosotros.

 

 

ENTREVISTA

 

"Los años del miedo", con el mismo estilo que el primero, se distingue de los demás que versan sobre el tema porque parece que estás leyendo una novela, con personajes que aparecen constantemente ¿lo que pones en su boca es lo que dijeron ellos o las frases más ocurrentes son cosa tuya?

Algún comentario que hago al margen de lo que ellos están diciendo son cosa mía, pero lo que he hecho ha sido agrupar en un personaje, a todas luces imaginario, cosas que les ocurrieron a personajes reales. Para no dispersar mucho el asunto, me invento un personaje y en él fluyen las memorias de tres o cuatro personajes reales.

 

También se diferencia en la introducción de chistes de la época, anuncios, y mucho humor. Has inventado una nueva técnica literaria ¿no crees?

Pues no lo sé… a lo mejor, a lo mejor la estoy inventando. Porque, la verdad, a lo largo de mi carrera literaria, como por una parte soy novelista y por otra parte soy ensayista o historiador, como le quieras llamar, siempre he tenido la añoranza del ensayo cuando estoy escribiendo una novela, la añoranza del ensayo y la añoranza de la novela, y a lo mejor -ya últimamente- sin darme cuenta, no de un modo consciente, absolutamente inconsciente, he ido confluyendo las dos cosas. Ahí aprovecho las técnicas de la novela para hacerlo más claro, más diáfano y sobre todo introducir humor en un ambiente en que no se presta mucho a él.

 

Hablemos de lo que cuentas en "Los años del miedo". El joven Teófilo, que ya tiene novia formal, le pone los cuernos a su Visi con una mujer casada, y por aquello de que hay tantas leyes, consulta Losanosdelmiedo -portadacon un abogado los problemas que puede causar el adulterio. ¿Cómo es que todo se resume a que sea un delito "contra la propiedad"? Es sorprendente.

Bueno, esto que en el libro parece un chiste, está puesto para ejemplificar hasta qué punto la mujer era una "cosa". Es muy fácil decir "la mujer era una cosa", pero si tú haces el caso para que se vea, es un delito contra la propiedad, no es una cuestión de decencia, no, esa mujer pertenece a otro hombre. El uso sexual de esa mujer pertenece a otro hombre y tú estás arrebatando el usufructo de la mujer, que es meramente un agujero que da placer, al otro que es el que la mantiene.

 

Don Juan Carlos de Borbón, Juanito, es descrito en su infancia como un niño distraído y mediocre como alumno, más adelante tampoco parece cambiar ¿puede ser éste el resultado de tener el tipo de padres despreocupados que tuvo?

Es evidente que no lo educaron como aquí se manifiesta. A mí me hace mucha gracia ahora cuando veo elogios a los padres, de ese periodista gacetillero pelota que existe con la Casa Real. No tuvo educación, y como no tuvo educación lógicamente eso se reflejó en su falta de formación, y eso es un hecho. Estoy reflejando aquí familias anónimas, la pobreza… pero también tengo que reflejar la gente que después ha tenido relevancia, por eso le dedico especial atención a la familia Real.

 

Pero a mí lo que me ha llamado la atención es que el Conde de Barcelona y María de las Mercedes, eran unos bon vivant.

Absolutamente. Eran unos vividores, por decirlo mucho más duro en castellano. Lo único que les interesaba era su placer, y pasaban de educar a los hijos. Pero tenían una cohorte y corte de gente servil alrededor, aristócratas, que les resolvían todos los problemas. Incluso cuando hacían una mudanza sólo entraban en la nueva casa cuando ya le habían colgado los cuadros y todo, que no se tuvieran que molestar en nada.

 

Qué vergüenza.

(Risas)

 

Me ha dado la impresión de que la mayoría de refranes que conocemos hoy día pareciera que tuvieran su origen en la época de la guerra y la posguerra española. Todos encajan a la perfección en algún momento de la descripción de la situación del país.

Muchos surgen entonces, evidentemente. La posguerra fue muy larga y muy intensa, y deja una huella que ahora nos esforzamos en olvidar porque ahora vivimos más o menos bien y la gente de esta generación, que es la de mis padres y tus abuelos, se ha esforzado siempre en olvidar eso. Pero bueno, ahí está y se puede rescatar de las hemerotecas.

 

De vez en cuando aparece el nombre de un dentista judío, Jacobo Schermant, que tiene entre sus clientes a Carmen Polo y su hija Nenuca. Para seguir trabajando se tuvo que convertir al catolicismo. En aquella época en que Franco se sentía tan apegado a Hitler ¿hubo otros judíos que corrieron la misma suerte o pasaron otras cosas con ellos?

No, muchos judíos llegaron a España huyendo de la quema, hubo una dispersión de judíos no ya en el momento de la persecución si no antes, cuando se veía venir. En España en ese sentido siempre hemos sido tolerantes (no hablo de los Reyes Católicos), entonces se establecía aquí un señor que era dentista, mejor que la media de dentistas que había en España y el hombre hacía su negocio.

Pero claro, ya viene aquí la presión social: no está casado, es judío… los falangistas los persiguieron y los metieron en la cárcel, entonces como tenían en su nómina generales famosos, ellos los sacaron de la cárcel y viene el "conviértete, cásate con la amante, que eso está mal visto en España", y el hombre se dio cuenta de que estaba en peligro y luego acabó haciéndole la dentadura a doña Carmen (Polo), que le pagó -véase la mezquindad- por cuarenta y tantas sesiones, que es una fortuna, una simple fotografía dedicada.

 

(Risas) Ya, por eso me he reído tanto leyendo el libro.

Es impresionante, pero es así.

 

Cuéntanos cómo acaba la hija de una duquesa (hablamos de Lita) ejerciendo de secretaria de un hombre que se gana la vida con el mercado negro. ¿Se reducía el problema a su fealdad?

En el caso de esta chica tenemos que ver varias cosas: es fea, difícil de colocar en el mercado matrimonial, porque, volvemos a lo mismo, la mujer era una "cosa", y lo único que sabe son nociones de oficina, contabilidad, mecanografía y ortografía que le faltan al Chato Puertas, que es un analfabeto enriquecido. Lo que manifiesta esto es que el dinero es el que manda en todos los niveles. Este necesita una secretaria y la otra, a pesar de que es de rancio abolengo, como es de una familia venida a menos, esa es la salida que tiene. Es un caso pero se daban muchos casos así. Donde hay una guerra siempre hay una irrupción de muchas cosas nuevas, hay gente que sube y hay gente que baja, y la gente que estaba alta y bajaba no tenía más remedio que comer adaptándose a lo que hay.

 

Me ha llamado mucho la atención que la actriz Celia Gámez se casara vestida de negro ¿esto era habitual?

En esta época el traje blanco costaba un dinero, y era luego difícilmente reciclable. Existió obviamente gente que se casaba de blanco, pero no estaba mal visto casarse con un traje de calle, de color, que luego te sirviera. Celia, desde luego no podía decir que fuese virgen porque había pasado por la mitad de las camas del país, pero se casó de negro y con un buen traje, eh, un buen traje que manifestaba su opulencia. Era una mujer no precisamente guapa pero sí era muy atractiva físicamente. Y por supuesto se casó con un traje negro pero con medias de cristal, que eso lo tenía muy poca gente.

 

Todas las guerras y guerrillas tienen sus propias vergüenzas que esconder y me ha sorprendido lo de los maquis: a las mujeres que habían tenido relaciones con militares alemanes se les rapaba, se las obligaba a beber aceite de ricino para "indisponerlas" (por decirlo fino) y se las paseaba y exhibía sucias entre los abucheos de sus compatriotas. Leer esto era como releer "La letra escarlata" de Nathaniel Hawthorne ¡de nuevo las mujeres deben sufrir la vergüenza, pero aquí hay mucho tiempo de diferencia!

Hay mucha relación. Lo que estoy ahí diciendo concretamente es lo que ocurrió en París, donde entraron los aliados. Pero eso mismo había ocurrido aquí en España cuando entraron los nacionales. El uso del ricino se lo inventaron los fascistas italianos; empezaron a utilizarlo con los comunistas y por supuesto con las mujeres que tuvieran trato con ellos, y eso, como otras tantas cosas de Italia, pasó a España y se divulgó también por el mundo. Y los franceses lo aplicaron a las que habían convivido con alemanes durante la guerra. En un conflicto de estos siempre pierden las mujeres y los niños, siempre.

 

Juan, el franquismo estaba plagado de leyes absurdas, a ver ¿cómo se tomaba el sol con albornoz?

No se podía tomar, pero además había mucha gente que no se podía permitir el lujo de tener un albornoz. Si hay hambre no puedes tener una cosa inútil. Era curioso porque a lo mejor había una serie de personas en la playa y de pronto decía uno "Que viene la moral", que eran los guardias, entonces automáticamente la gente se levantaba de tomar el sol y se metía en el agua. Pasaban los guardias, a lo mejor había treinta Eslavagalan1bañistas y en la playa solamente dos albornoces. Los guardias sabían de qué iba la cosa pero bueno, también su sueldo dependía de que hicieran el paripé. Ellos pasaban y en cuanto habían pasado veinte metros la gente salía del agua a tomar otra vez el sol. Esa era la realidad.

 

Franco era más que nada católico, y la Iglesia quería meterse en todo lo que pudiera, no obstante el Caudillo no permitió su intromisión en todas partes porque los prostíbulos, por ejemplo, siguieron activos y legales. ¿Qué importancia tenían los burdeles en esa época?

En todas las épocas han tenido importancia los burdeles. En esta época tiene mucha importancia; primero, había más prostitutas de las que ha habido nunca porque muchas mujeres, sobre todo jóvenes que tenían hijos pequeños, tenían que darse a la prostitución para alimentarlos, porque no había en el mercado de trabajo nada que ellas pudieran hacer… si querían ponerse de criadas, ya la tenían (a la criada)… si querían fregar escaleras, las escaleras que podían permitirse el lujo ya tenían a quien las fregara… no les quedaba otra salida y veían al niño llorando de hambre. Había muchísimas…

Y luego, debido a la doble moral tradicionalmente católica pero que en esta época como hay una moral más rígida y más hipocresía, las mujeres, aleccionadas por la Iglesia, ciertas técnicas sexuales no podían hacerlas porque ellas eran decentes. Sin embargo al marido le apetecía. Y no sólo ellas, si no que el marido tampoco quería hacerlo con la mujer porque eso era profanar a la madre de sus hijos… eso eran cosas propias de putas. ¿Qué es lo que hacían entonces? Pues tenían la doble vida: por una parte la mujer con la que se procreaba -ya has visto las condiciones que describo: con las corrientes de aire, el frío, la cama que suena, los vecinos…- de una forma muy precaria. Entonces ellos se iban a una casa de putas y allí lo hacían a su manera, bien, normal… propio de la época.

 

¿De haber permitido Franco que la Iglesia mandara más que él qué clase de España tendríamos hoy día?

Terrible. Ya la tenemos ¿no? La Iglesia siempre ha tenido más privilegios aquí que en ninguna parte. La República le cortó las alas de los privilegios, Franco se los devolvió, pero después cuando los alemanes iban perdiendo la guerra y a Franco le interesaba un viraje hacia el catolicismo, y por otra parte no tenía apoyo extranjero como no fuera el que le daba el Vaticano que era muy influyente, tuvo que darle a la Iglesia algo a cambio, entonces le dio más privilegios.

Lamentablemente, cuando ha llegado la democracia, por culpa esencialmente de Alfonso Guerra que fue en el primer gobierno socialista el que tuvo que hacer los tratos con la Iglesia y aunque los obispos estaban que les temblaban las carnes, fue en plan bonachón y como una persona civilizada, y ahí metió la pata: en el momento en que estaban tan asustados era el momento de haberles cortado las alas y haberlos dejado a la misma altura que tiene la Iglesia en Italia o en Francia -por poner dos casos-, se le dejaron los privilegios, y ahora no sólo los tienen si no que siguen reclamando más. Y chantejeando al gobierno claro… mala suerte.

 

El poder que tenía el Opus Dei en aquel entonces -no tan lejano- ¿se asemeja aunque sea de otra forma al que tiene hoy o lo ha perdido y no es comparable?

El Opus ha tenido varias etapas. En esta época que estoy historiando, que acaba en el año 52, todavía no tiene mucha importancia, vamos, no la tienen comparado con la que han tenido después. Pero cuando llegó el gobierno opusino de Franco ya en los años 60, el desarrollismo, los ministros económicos del Opus, etc, cuando monseñor Escrivá, perdón, San José María (risas mías), San José María Escrivá… dijo "nos han hecho ministros" *, entonces alcanzó la cúspide del poder.

* Imperdible el tono sibilante e intrigante que pone Eslava Galán al decir estas palabras simulando hablar por boca de Escrivá.

Desde entonces ha perdido poder porque no está tan metido en el gobierno, pero sigue habiendo una presencia del Opus en la universidad española, en el gobierno español… Por decirlo añadiendo una anécdota -que muchas veces aclara mucho las cosas-, en un viaje que hizo el ministro Federico Trillo, que era del Opus, a Arabia Saudita hace ya mucho tiempo, cuando gobernaba el PP, hubo que buscarle una iglesia porque tenía que oir misa, era domingo y allí no hay muchas iglesias, claro… Le pregunta a uno de su séquito "¿Tú también vendrás?", y le dice "No, no, yo estoy muy alejado del culto" y tal, y en el momento en que volvió a Madrid lo cesó. O sea, que nos demos cuenta que donde el Opus puede meter la cuchara la mete profundamente lo que ocurre es que afortunadamente ya ha perdido la importancia que tuvo en los años centrales del franquismo, pero ellos siguen "en posesión de la verdad".

 

Me ha llamado la atención que Franco nombrara tanto a la masonería como culpable de la España que él trataba de rescatar.

Franco no tenía mucha cultura y cultura política no tenía ninguna. Él tenía una serie de demonios familiares que eran el comunismo, el liberalismo en cuanto a un sistema democrático donde el pueblo vota, la masonería… Todo esto a él le parecía que era un tremendo error, que a lo mejor en otros países funcionaba pero que con el español no podía funcionar, y que todo esto había causado los males de España que él había venido a remediar mediante una Guerra Civil. Todo esto eran sus demonios familiares y él estaba un poquito obsesionado con ello; de hecho escribió una serie de artículos con el pseudónimo Jakin Boaz y los publicó -por cierto que algunos se los censuraron- y después sacó un libro.

(Nota de Anika: Franco escribió bajo un pseudónimo que suponía, por separado (Jakin o Jakim, y Boaz o Boor) los nombres que impuso un arquitecto a dos columnas de la entrada del templo de Salomón, símbolos de las logias masónicas, con las que publicó el libro titulado "Masonería").

El Franco "intelectual" (eso hay que entrecomillarlo mucho) tenía una gran obsesión con la masonería, creía que todos los males venían de ahí.

 

El Franco "intelectual" hizo "periodismo" entre comillas, hizo cine…

Bueno, se autootorgó el carnet de periodista, el número uno.

 

Pero en aquella época se otorgaban sin hacer la carrera ¿no?

Bastaba con que tú fueras adicto al régimen y tuvieses alguna experiencia en el periódico, pero en cualquier caso a él se lo otorgó mano militar.

 

Cuando Franco se cambia la camisa azul por la blanca está mostrando al mundo su cambio ideológico. Demuestra que era un chaquetero más de una vez ¿pero no es también cierto que como estadista él lo hacía pensando en lo mejor para España?

Hay que decir una cosa, no sé si en su favor: Franco siempre pensó que él era el salvador de España, que Dios lo había designado, lo había enviado, y él murió en la cama con la conciencia perfectamente tranquila. Había fusilado a mucha gente pero le parecía que lo había hecho por el bien de España. Él firmaba resmas de listas de fusilados, un poco con la imagen del médico: era un cirujano que estaba extirpando de España los tumores cancerígenos que tenía, por lo tanto "no era un criminal ni nada de eso", bajo su concepto, claro.

 

Anika Lillo y Juan Eslava Galán

Eslava -anika

 

El chaquetero más cutre -perdóname la expresión- me ha parecido en todo caso Don Juan, el conde de Barcelona, cuando dice aquello de que es "demócrata de toda la vida".

Sí. No es sólo chaquetero, este hombre tenía cierta debilidad mental: el último que hablaba con él lo convencía. Tenía un círculo de consejeros de distintas tendencias, entonces claro, toda la vida se le va dando bandazos de un lado a otro, y donde dice hoy "digo" mañana dice "diego". No es la figura precisamente de un estadista que es lo que nos quieren vender ahora algunos panegiristas de la clase Real.

Y bueno, Franco lo que tiene claro es una cosa, me ha desobedecido en distintas ocasiones, éste no va a ser rey nunca. En fin… me salto la sucesión dinástica que es fundamental en la monarquía y el rey va a ser su hijo pero no él. Y se salió con la suya, obviamente.

 

De hecho comentas en "Los años del miedo" que Don Juan si no consultaba con sus consejeros metía la pata.

Metía la pata, y cuando consultaba también metía la pata, porque a lo mejor los consejeros habían tenido en cuenta una cosa pero no otra, y a lo mejor el consejo que valía en el momento que se lo daban no valía un mes después, y él lo aplicaba un mes después. Siempre, siempre, metió la pata. Siempre.

 

Hay varias escenas de la picaresca en tu libro, la del torero tuerto que rifa un jamón que en realidad "gana" su madre, su cómplice, o la de la mula "caraba"…

¡Ah, sí! Esa era una estafa en la feria muy divulgada donde se ve también la mala leche de los españoles, porque el que había perdido dos pesetas se decía "que la pierdan los demás", y el principal propagandista se ponía en la puerta y decía "uh, uh, fastuoso ¿quién lo iba a pensar?", para que la gente picara.

 

Y también se ve un poco la mala leche en algo que parece muy arraigado y se ve mucho ahora, en la actualidad, que es aquello de criticar a un artista grande que tengamos en España, por ejemplo, hasta que se muere.

Sí, sí, sí… La persecución del éxito. Hay en el romancero medieval, un romance que dice "Esta es Castilla, que face los hombres y los gasta". Es brutal, pero tan certero… Primero te entroniza, y luego, cuando estás entronizado te dicen "Qué se habrá creído este desgraciado", y tú eres el que lo ha puesto ahí ¿no?. Entonces van por ti y te machacan. Eso es muy propio del carácter español.

El fundamento del carácter español… yo se lo digo muchas veces a mis hijas. Digo "mira, cuando os topéis con una persona o con una actitud que no entendéis bien siempre tenéis que pensar en primer lugar en la envidia, primero pensad, aplicad esto es por envidia, y si eso no resulta entonces pensad ya en otra cosa", pero lo primero que hay que pensar en un español es la envidia, que es lo que mueve a casi todos ellos.

 

Imagino que la picaresca nace del hambre ¿no?

Bueno, picaresca hemos tenido siempre, pero fíjate, "pícaro", en el origen de ese término, era en el s. XVI el que estaba en las cocinas y a cambio de picar cebolla o de hacer otros trabajos como barrer, le daban gajes, le daban las sobras, le dejaban rebañar una olla… El "pícaro" era el pícaro de cocina, que en un principio era una profesión medio decente cuando había hambre porque estabas todo el día en la cocina trabajando pero por lo menos comías, te dejaban apurar un hueso, mordisquearlo, si había sobrado algo en la mesa te lo podías comer, etc… Entonces, claro, la picaresca está unida al hambre. La picaresca como género literario es gente que está huyendo del hambre, y en este momento en que hay tanta hambre ("Los años del miedo") surge la picaresca en todo su esplendor.

 

Lo de Arias Salgado, que se jactaba de formar una España con libertad, cuando dice respecto al anuncio de medias femeninas aquello de "El muslo no debe aparecer en la publicidad, porque fomenta la masturbación" es para pensar que a este hombre le ponía cachondo hasta un guiño de ojos.

En el fondo eran unos desgraciados. Esto no se sabe bien si es chiste, posiblemente lo sea, pero cuando el otro dice "pero hombre, ¿el muslo cómo va a fomentar…?"… "dígamelo usted a mí".

(Risas)

Y además cuando este hombre con sinceridad dice que lleva la cuenta de las almas que está salvando, y le ves la cara, dices ¿y en manos de estos estaba España?

 

Una pregunta bordecilla pero con humor ¿si Franco no hubiera estado casado con Carmen Polo, que le ataba bien cortito, y hubiera tenido la colección de La Sonrisa Vertical sin que nadie le viera (risas) ¿ante qué clase de hombre nos encontraríamos? ¿uno más, normal y corriente, o uno que se fustigaría por ponerse cachondo debido a sus creencias católicas?

Yo creo que Franco en su vida se puso cachondo.

(Risas)

A él lo ponía cachondo el poder. Y además está demostrado que el poder los pone cachondos y cambian la sexualidad normal de cualquier persona por el poder. Pero en el caso de Franco, es que fue siempre un hombre muy frío, aunque no era inmune al bello sexo; se demuestra en una foto que estuvo censurada*, está el pobre así con una carita como de campesino gallego mirando las tetas, se ve que tenía su alma en su armario, y luego las películas de Sofia Loren se las hacía pasar en El Pardo una y otra vez porque le encantaba.

* La foto aparece en el libro.

Le gustaba la mujer que nos gustaba a todos los españoles que era Sofia Loren… pero en ese sentido tenía una sexualidad muy cohibida, primero por su condición de militar, por la educación que le dan, segundo porque tiene a doña Carmen al lado… y es curioso, está continuamente hablando a favor de que hay que tener muchos hijos, de que a las familias numerosas se les premia, de que España… y él, psssá, una hija y punto.

 

Sí que es verdad, no dio ejemplo.

No dio ejemplo nunca.

 

Bueno, pues no me he puesto más preguntas más que nada porque siempre me meten mucha prisa, porque si no te hubiera puesto veinticincomil (risas de los dos). Como mínimo espero que te haya gustado la entrevista.

Sí, me ha gustado, me parece muy completa, sí (risas)

 

Y como siempre, o casi siempre, alguna anécdota relacionada suele haber ¿no? ¿La hay? Pues sí… se me olvidó hacerle algunas preguntas porque me salté el orden de las mismas… O_O

Luego disfrutamos de una buena comida con una mejor conversación y pasé uno de los mejores cumpleaños de mi vida. Un día redondo para no olvidar jamás.

 

ver + Juan Eslava Galán

 

¿Te ha gustado? Compártelo:

Comentarios de los lectores:

Publicidad
Anika entre libros
Actividad subvencionada por el Ministerio de Cultura
Ministerio de cultura

Esta web utiliza cookies para obtener datos estadísticos de la navegación de sus usuarios. Si continúas navegando consideramos que aceptas su uso. Más información X Cerrar