Anika entre libros

Entrevista a Josan Hatero por "La piel afilada. Un bestiario de amantes"

"Cada persona es más de un tipo de amante a lo largo de su vida"

Firma: Patricia Tena / Fotos: Elena Trapé / Abril 2010

 

Josan Hatero nació en Barcelona en 1970. En el año 1996 publicó su primer libro de relatos , Biografía de la huída. Tres años después, publicó la novela El pájaro bajo la lengua, y en 2003 el libro de cuentos Tu parte del trato.

Ahora, Alfaguara presenta su nuevo trabajo: La piel afilada: Un bestiario de amantes, un libro original y único en el que el autor intenta establecer los diferentes tipos de amantes que existen, remarcar sus rasgos más característicos y dejar en evidencia las virtudes y defectos de los mismos. Un libro para que el lector saboree despacio, disfrute de un lenguaje sumamente cuidado y sueñe con las imágenes que el autor nos propone. Un libro especial pero real como la vida misma, con el que resulta imposible no sentirse identificado.

 

 

ENTREVISTA

 

Josan, ¿cuándo sientes la necesidad de escribir este bestiario de amantes?

Surge a raíz de la lectura de tres libros que me encantan: Las ciudades invisibles, de Italo Calvino; El libro de los seres imaginarios, de Jorge Luis Borges; y la Antología de Spoon River, de Edgar Lee Masters. Aunque son libros muy diferentes, me di cuenta de que tenían algo en común: cada uno juega en su propia liga, no están sujetos a un argumento o al desarrollo de los personajes. Son mucho más: son pura literatura.

Tras publicar una novela y libros de relatos, me apetecía hacer algo diferente y, sobre todo, jugar con el lenguaje. Cuando uno escribe una novela, el lenguaje lo utiliza para dar vida a una idea, pero sentía la necesidad de que ahora el lenguaje fuera parte de la idea también. Además, mis amigos me reprochaban constantemente que con lo gracioso que soy, mis libros eran muy tristes. Así que me decanté por escribir algo ajeno a corrientes, lúdico y al mismo tiempo divertido.

 

¿En La piel afilada se habla más de amor o de sexo?

Yo diría que trato más el deseo, que me parece uno de los sentimientos más profundos e interesantes que hay. Está muy vinculado con el tema de la identidad, ya que a través del deseo conocemos a otras personas y también nos conocemos mejor a nosotros mismos. En esa intimidad, acostumbramos a despojarnos de las barreras y nos mostramos tal y cómo somos.

 

Y estableces, nada más y nada menos que ¡88 tipos distintos de amantes!

La verdad es que no escribía con el objetivo de alcanzar un número en concreto, sino que los diferentes tipos iban surgiendo. Desde que empecé con el primero hasta que he terminado han pasado siete años. Aclaro que no he estado todo este tiempo encerrado en una habitación escribiendo, sino que iba observando y anotando. Fue difícil ponerle punto y final al libro porque no tenía que ceñirme a un argumento. En algún momento llegó a ser un poco estresante porque no quería dejarme ningún tipo de amante. Constantemente pensaba "¿he hablado ya de Josanhatero1los números?, ¿y de las sensaciones?, ¿he mencionado ya la importancia de los colores?"… Escribí unos diez o doce más, pero al final no los incluí porque consideré que no aportaban nada nuevo.

 

Imagino que es fácil que algunos se solapen con otros.

Efectivamente. Y más, teniendo en cuenta que cada persona es más de un tipo de amante a lo largo de su vida.

 

¿Cómo funciona? ¿En cada relación adoptamos un rol diferente, cambiamos a raíz de la propia experiencia, evolucionamos?

Creo que la experiencia nos va cincelando. Sin duda, nos decantamos por ser un tipo de amante u otro en función de cómo es la persona que tenemos al lado.

 

¿Qué metodología has utilizado para recopilar la información? ¿Ibas apuntando en una libretita tus impresiones, lo que veías y oías por la calle?

Tengo 39 años y estoy soltero, así que he tenido unas cuantas relaciones en las que inspirarme. (Risas) Para ser escritor, hay que ser observador y eso es lo que he hecho. Quizá no con la libreta en la mano, pero sí me ha pasado el hecho de estar en una terraza con unos amigos y que ellos pregunten " ¿Qué hacemos?" y yo contestar "Vosotros no sé, yo estoy trabajando". (Risas).

 

¿Quiénes son Leo, Miguel Ángel, Iris… y por qué incluyes sus testimonios?

La idea de incluir sus experiencias en primera persona la he tomado prestada del libro de Italo Calvino, ya que cuenta los tipos de ciudades que visita Marco Polo y al mismo tiempo incluye algunos extractos de los diálogos que mantiene. Creo que el autor lo hizo porque su libro exigía una lectura muy atenta y detallada y estos pasajes son, en cierto modo, un respiro, una bocanada de aire fresco. Me gustó la idea y decidí incluirla en mi libro. Pensé que podía ser interesante que los propios amantes hablaran sobre ellos mismos.

 

¿Son entrevistas ficticias?

Algunos son amigos míos y otros los he inventado, pero no te diré cuáles. (Risas). De todos modos, confieso que los que se basan en amigos míos solteros, tampoco son realmente ellos. Les entrevisté y me quedé con la esencia de lo que me contaron, pero les di vida y voz propia y poco a poco dejaron de ser mis amigos para ser otras personas. Podríamos decir que los reinventé.

 

El libro se inicia con una cita escalofriante de El profesor del deseo, de Philip Roth: "Todas las mañanas me retuerzo en la cama, como en una pesadilla, pensando en lo muchísimo que no quiero a nadie".

Al principio tenía pensado incluir sólo la cita de Rufus Wainwright que también aparece, pero en verano leí el libro de Roth y decidí incluirla porque de cierta manera encajaba con los monólogos que hay. Sentir que no quieres a nadie puede ser una pesadilla.

 

En estos monólogos, varios hombres manifiestan su deseo de volver con sus ex parejas. Lo curioso es que no lo hacen por amor, sino por comodidad o por la pereza que les supone buscar a otra persona.

Siento decepcionarte pero esto es mucho más común de lo que crees (Risas). Lo veo constantemente. Cuando llegas a cierta edad, estar solo es una valentía. Es más fácil no estarlo, ya que todos tenemos la oportunidad de estar con alguien que más o menos nos guste un poco. Me parece terrible esa frase que oyes decir a mucha gente "no estoy enamorado, pero estoy cómodo". Me parece casi un insulto.

Aunque te voy a llevar la contraria en algo: esto no es una práctica común de los hombres, sino que las mujeres también lo hacen. Yo mismo he conocido a muchas. De todas formas, lo que está claro es que lo verdaderamente difícil es tener el valor de decir "Si no encuentro a nadie que me quite la respiración y que me provoque un cosquilleo, prefiero estar solo".

 

De hecho, uno de los protagonistas explica lo molesto que le resulta que todos los de su alrededor se empeñen el buscarle novia, ¿a cierta edad está mal visto no tener pareja?

Él mismo explica que estar solo requiere mucha voluntad y disciplina. La culpa de que esté mal visto la tiene la convención social, que nos hace Josanhatero2creer que hay que estar con alguien y que sino eres raro.

Bueno, las madres también tienen algo de culpa, que siempre están encantadas de que sus chicos tengan novia. (Risas).

 

En el libro explicas las diferencias de cada uno de estos amantes, pero ¿tienen algún rasgo común?

Yo creo que su propia condición de amantes. Nuestra naturaleza nos impulsa a emparejarnos para reproducirnos, pero los seres humanos lo retorcemos hasta límites insospechados, ya que entran en juego sentimientos, emociones, etc. y esto es un elemento común en todas las tipologías.

 

En al menos dos tipos de amantes de los que estableces aseguras que "aunque se sospecha que hay ejemplares masculinos, no existen evidencias documentadas".

En el libro he querido jugar un poco con la idea de que yo me he documentado muchísimo y que he consultado grandes obras sobre el amor y el sexo. No me preguntes por qué, pero hay algunos tipos que no creo que tengan equivalente masculino. Por ejemplo, las submarinas: a la mujer en el momento del orgasmo le cambia la cara y adopta unos rasgos más animales que hace que parezca que emerge de alguna parte desconocida y eso no se da en los hombres. O al menos no he podido comprobarlo. (Risas).

 

Los amantes imposibles también son un misterio, casi una leyenda urbana. Todos hemos oído hablar de ellos pero nadie ha conocido a uno personalmente.

Siempre nos parece que los amantes de los demás son mejores. Los imposibles son la fantasía de cada uno, pero comúnmente, luego te das cuenta de que la realidad tampoco está tan mal.

Hace poco vi una película que me gustó mucho: 500 días juntos. En un momento, uno de los chicos detalla cómo sería su mujer ideal y al final acaba diciendo "pero me gusta mucho más la chica con la que estoy porque es real". Yo creo que esa mujer ideal es la amante imposible. Lo extraordinario es que, si sabes verlo, lo que tienes realmente puede superar al ideal.

Yo creo que lo imposible acaba siendo aburrido.

 

También están los amantes canción: que son una pareja de enlace para superar una ruptura o para sacar el máximo partido a unas vacaciones.

A mí me gusta mucho el pop inglés, por ejemplo, y hay canciones que me pongo expresamente cuando busco un estado de ánimo en concreto. Y hay amantes que sólo con verlos te pueden cambiar el estado de ánimo. Pero estos amantes tienen un peligro: imagina escuchar la misma canción una y otra vez las 24 horas del día, ¡menuda paliza! Y con estos amantes pasa lo mismo, pueden empezar gustándote mucho pero pueden acabar resultando agotadores.

 

¿Los amantes de enlace son parecidos a los de prueba?

Los de enlace serían más aquello de "un clavo quita otro clavo" y los amantes de prueba sirven para que la otra persona elabore su perfil de amante. Es decir, prueban si una cosa gusta o no para repetirlo en sus próximas citas. Es como un patrón para crear tus estrategias.

 

Y también está un viejo amigo, el amante Bartleby…

He aprovechado este libro para hacer un par de homenajes literarios, como el de los amantes dinosaurio o a dos cuentos que me gustan mucho y que son rabiosamente modernos: Bartleby y Wakefield.

Este último data de 1835 y explica la historia de un hombre que le dice a su mujer que se va de viaje de negocios y lo que hace realmente es alquilar el piso de enfrente de su casa y espiar a su mujer. Al cabo de veinte años vuelve como si no hubiera pasado nada.

El de Bartleby es más conocido y he cogido el carácter de su protagonista y lo he trasladado al ámbito amoroso: tiene capacidad de amar, pero preferiría no hacerlo.

 

¿Quiénes son los amantes miopes?

Son muy comunes durante la adolescencia, en esa época en la que más que conocer a alguien, imaginas cómo es: en tu mente a esa chica le encanta el queso azul como a ti, escucha a tu grupo preferido y se emociona con tus libros favoritos. Los amantes miopes se enamoran de la idea que tienen de los demás, y, muchas veces, cuando ven de cerca Lapielafilada -portadalo que amaban, se dan cuenta de que no lo quieren porque lo que ellos proyectaban no se corresponde con la realidad.

 

Visualmente, el libro es muy atractivo. Las ilustraciones aportan un toque especial.

Mientras lo escribía siempre pensé que quedarían bien algunas ilustraciones, y cuando lo di a la editorial y ellos me dijeron lo mismo, lo tuve claro: quería que fuera Montse Bernal. Tiene un estilo propio precioso. Recomiendo que entréis en su web: www.montsebernal.com. Creo que sus ilustraciones se adecúan perfectamente con el significado y el mensaje del libro.

 

El último amante que aparece es el Recopilador. No tengo más remedio que preguntarte si eres tú.

Yo soy todos. Pero sí es cierto que es un pequeño guiño que me hago a mí mismo. Aunque el libro no sea muy voluminoso, he estado mucho tiempo pensando y trabajando en él. Durante los años de escritura no he tenido pareja. No ha sido consecuencia del libro, pero sí es un guiño a lo que he hecho: un tipo que en lugar de vivir en primera persona el amor y el sexo, ha preferido sentarse y escribir sobre ello.

 

Pero él asegura que disfruta de su soledad...

Es que el oficio de escritor es muy solitario. Lo extraño precisamente es lo que hago ahora, hablar con periodistas y desnudarme. Cuando escribes, pasas mucho tiempo solo pensando en la historia, escogiendo palabras, cambiando párrafos, reescribiendo. Te guste o no, la soledad acaba pasando a formar parte de tu vida. Así que mejor aprender a disfrutarla…

 

ver + Josan Hatero

 

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