Anika entre libros

Entrevista a Isabel Barceló por "Mujeres de Roma"

"Si te dijera que ese contacto con los lectores es muy importante, me quedaría corta. Ellos y sus comentarios son para mí una fuente inagotable de inspiración"

Firma: Manuel Márquez / Foto cabecera: Anika Lillo / Fotos: autora / Noviembre 2007

 


El fenómeno de los blogs, al igual que el de Internet en general, no ha permanecido ajeno -y no podía ser de otra manera, dado el material con el que trabaja básicamente (la palabra)- al campo de la literatura. De esa manera, junto a infinidad de blogs en los que sus autores vierten, con mayor o menor fortuna y habilidad, sus pinitos literarios -de mérito artístico, en la mayoría de los casos, harto discutible-, cabe encontrar alguna "perla escondida", en forma de bitácora llena de excelentes relatos. Ése es el caso de Mujeres de Roma, el blog de Isabel Barceló.

Isabel Barceló, Isabel Romana para sus seguidores en la Red, alicantina de Sax y residente en Valencia, en cuyo Ayuntamiento trabaja como responsable del inventario y control de bienes muebles del Patrimonio Histórico y Cultural, escribe, como ella misma confiesa, "desde que aprendió a escribir".

Autora de numerosos relatos cortos, así como de libros turísticos (el último, una "Guía de Valencia y su provincia", en la Editorial Everest, y en coautoría con su hijo), disfrutó durante el pasado curso 2004-05 de la beca de literatura Valle-Inclán, concedida por el Ministerio de Asuntos Exteriores, para una estancia de seis meses en la Real Academia de España en Roma, para documentarse y escribir un libro sobre mujeres romanas.

Ahí se sitúa el germen de su actual actividad en la Red, de la cual nos habla hoy en esta entrevista en exclusiva y excepcional para los lectores de Anika Entre Libros

 

 

ENTREVISTA

 

¿De dónde, y en qué momento, surge tu interés por el mundo de la Roma antigua, en general, y más en particular, sobre sus mujeres?

La historia es una materia que excita de inmediato mi curiosidad y mi imaginación. Los acontecimientos históricos me interesan, sobre todo, por los seres humanos que participan en ellos, los viven y los sufren. Esa suele ser una perspectiva que no se contempla en los libros de Historia pues, lógicamente, se estudian de manera global, se pone el acento en las causas y los efectos sociales. A mí, desde un punto de vista literario, me gusta acercarme al universo de vivencias, pensamientos y sentimientos de sus protagonistas, sean personajes importantes o insignificantes en su contexto.

En cuanto a la civilización romana, que es la nuestra, está en el centro del imaginario occidental. Empecé a interesarme con más intensidad por ella en el año 2000, mientras preparaba un viaje a Roma. Quería escribir sobre ese viaje y surgió la idea de hablar de las mujeres. Busqué información sobre ellas y me entusiasmé. Ese entusiasmo ha llegado hasta hoy y creo que no terminará nunca. Y esto no es una amenaza…

 

Entiendo que los personajes acerca de los que escribes son históricos. ¿Hay también personajes de ficción? ¿Te documentas mucho para tus historias? ¿Qué fuentes de información utilizas?

La mayor parte de las protagonistas de mis historias existieron pero, en general, las noticias que tenemos acerca de estas mujeres es muy tangencial, indirecta e incompleta. He recurrido a fuentes antiguas y he tenido que leer muchas biografías de hombres para encontrarlas. A veces de ellas sólo tenemos una breve anécdota o noticias difusas. También tergiversaciones interesadas y mentiras, sobre todo cuando convenía difamarlas o utilizarlas por razones políticas. Contando pues, con estas dificultades, a partir de esas noticias sueltas e imprecisas, trato de "reconstruir" el personaje, trazar una personalidad coherente con la conducta de la cual tenemos noticia y dar forma a esa historia. Otros personajes necesarios para acompañarlas, suelen ser ficticios, pero adecuados a la época y las costumbres.

Son personajes históricos, por ejemplo, la vestal Claudia que salió en defensa de su padre ("El triunfo de Claudio"); Emilia, Cornelia y Antistia ("Las mujeres de Escipión"); Faustina, su esposo y su hijo ("La intrépida Faustina"). Por otra parte, para hablar de las penurias de los más desfavorecidos, he creado algunos personajes ficticios. Es el caso de "Laia", "Galla la esclava" y algún otro.

 

¿Qué opinión te merece la eclosión actual de proyectos audiovisuales -películas, series-, que, a raíz del éxito de Gladiator (U.S.A., 2000), ha surgido alrededor del isabelbarcelo1mundo romano, con la atención que eso conlleva sobre el mismo? ¿Sigues con interés esos proyectos; hay alguno de ellos que, en particular, te haya llamado la atención o te resulte particularmente atractivo?

Desde pequeña me han encantado las películas "de romanos" y quizá deba en parte a ellas la fascinación que me inspira ese mundo. Con los años me he hecho más exigente, y me fijo en aspectos como la fidelidad histórica, por ejemplo. El cine tiene su propio lenguaje y sería absurdo pedir un ajuste absoluto a los acontecimientos. Parece razonable, sin embargo, pedir que no se manipulen los personajes sólo para añadirle sangre o picante al guión. Hacer de una mujer honesta una ambiciosa capaz de prostituir a su propia hija - como ocurre con el personaje de la madre de Augusto en la serie "Roma" - me parece frívolo e hiriente, además de injusto y falso. Había muchos otros personajes que hubieran encarnado el libertinaje y la falta de escrúpulos mucho mejor que ella y sin faltar a la verdad. Por otra parte, la superficialidad en los enfoques de esas películas se corresponde, a mi parecer, con una superficialidad similar en las novelas pseudohistóricas o de aventuras en la historia.

Para mí, la serie de tv "Yo Claudio", basada en la trilogía de Robert Graves es un ejemplo a seguir. Me pareció en su día maravillosa y veraz, y me lo sigue pareciendo ahora. No se ha superado, creo yo.

 

¿Cuándo empezaste a plantearte este proyecto de las Mujeres de Roma como un empeño literario con continuidad?

Mujeres de Roma es un instrumento para canalizar mi pasión por contar historias y por rescatar a las mujeres del secular olvido al que estamos sometidas. Las mujeres, sus vidas, su devenir, sus inquietudes, sus peripecias, dan para estar escribiendo no ya una vida entera, sino muchas vidas enteras durante siglos. En ningún momento ha sido para mí un tema o un capricho pasajero.

 

¿Es éste del blog el formato en el que planteaste la publicación de este material desde un principio, o se trata sólo de una alternativa entre varias?

Daré la vuelta a tu pregunta: el formato blog es el que ha determinado qué historias cuento y de qué modo. No son historias que tuviera ya escritas. Las escribo día a día y trato de ajustarme a lo que me parecen las exigencias de este medio, utilizando un estilo cercano y haciéndolo visualmente atractivo con la inserción de imágenes.

 

Puesto que creas tus historias ex profeso para este medio ¿qué ventajas y qué limitaciones encuentras al formato blog para la creación literaria?

Las ventajas son numerosas y creo que bastante conocidas: la libertad de publicar lo que cada cual quiere, sin necesidad de ajustarse a los cánones establecidos ni a las exigencias comerciales que, inevitablemente, están presentes en las publicaciones escritas; el acceso a lectores de todo el mundo; la relación directa entre autor y lector sin intermediarios, pudiendo hablarnos de tú a tú y ser amigos.

En cuanto a las limitaciones que sin duda tiene, para mí son también una ventaja: constituyen un reto, me obligan continuamente a idear estrategias para superarlas, me hacen crecer como narradora. En el año largo que tengo abierto el blog, he aprendido mucho.

 

¿Lo consideras algo transitorio, un paso previo al "salto al papel", o piensas en él como un elemento estable?

Abrí el blog como un sondeo y como un acto de afirmación. Estaba convencida del interés que podría despertar el tema y de algún modo necesitaba demostrármelo a mí misma y a los demás. Fue una buena idea. Es un medio en el que me siento cómoda, me resulta estimulante y es fuente de muchas satisfacciones. Desde esa perspectiva, tiene un valor intrínseco muy alto, su mantenimiento se justifica por sí mismo.

Dicho esto, añadiré que me gustaría ver editadas en papel mis historias. Sobre todo para llegar al mayor número posible de lectores. El acceso a los blogs literarios, aun siendo amplio, sólo interesa a un porcentaje pequeño de internautas. Muchos amigos me confiesan que les resulta penoso leer en una pantalla y renuncian a hacerlo.

Por otra parte, gracias a la ruptura de fronteras que permite Internet, y a relaciones establecidas a través del blog, he publicado algunas narraciones breves en la revista El Laberinto, suplemento cultural del diario Portal Milenio, uno de los más prestigiosos de México, algo que habría sido impensable en otras circunstancias.

 

¿Cómo abordas el proceso de creación de tus relatos? Háblanos un poco de esos pequeños "secretillos de escritora": tus rutinas, tus hábitos, tus manías. Cuestión isabelbarcelo2de pura y dura curiosidad…

De momento tengo pocos secretos. Quizá si llego a conseguir cierta maestría en esto podré disponer de algunos propios y no tener que recurrir a los que los grandes maestros nos han confesado. Pero, en fin, aquí va alguno. Me declaro incapaz de planificar una historia. He tratado de hacerlo, pero sin éxito, así que he desistido siquiera de intentarlo. Empezar un relato me resulta, en general, bastante difícil. Luego me dejo guiar por la intuición, un sentido que, en lo literario, he desarrollado a lo largo de muchos años. Es un misterio cómo voy encontrando los cabos y atándolos para llegar al final, y es que los procesos creativos son muy complejos y nadie los ha podido describir hasta ahora, así que he aprendido a confiar en los míos.

Por lo que respecta a las rutinas, te diré que jamás escribo una entrada y la publico de inmediato. La corrijo muchas veces. En ocasiones, incluso la rehago entera, pero no cuelgo nada sin estar razonablemente satisfecha. Si no me gusta a mí, me parece imposible que pueda gustar a otros. Suelo dedicar a la escritura toda la tarde y, con frecuencia, parte de la noche y, lo peor de todo, cuando llego a algún punto crucial en lo que estoy escribiendo, necesito beber algo y me pongo ciega de coca-cola. Y mira que lo lamento…

 

Tu blog es uno de los más visitados y mejor valorados de la Red, lo cual, teniendo en cuenta su carácter tan particular y específico, tiene un mérito enorme ¿Manejas datos concretos sobre tus "índices de audiencia"? Y, ¿cómo los valorarías?

Tengo un contador webstats que, como sabes, es público y puede ser consultado por cualquier persona que entre en la página. De esos datos destacaría el hecho de tener muchos lectores de la América Latina y de otras personas de lengua española desperdigadas por el mundo (un 42% aproximadamente). Por lo demás, la audiencia está muy condicionada por el buen posicionamiento de una página en los grandes buscadores, algo que no resulta fácil conseguir. Confieso mi bisoñez en esa materia, así que no me preocupo demasiado.

En cuanto a la aceptación y valoración positiva que recibe Mujeres de Roma, me reafirma en la idea del interés que siguen suscitando en nuestra sociedad los temas clásicos, los mitos rejuvenecidos, el conocer a aquellas mujeres admirables del pasado. La revalorización del papel de las mujeres en la historia es importante y gusta. Nos ayuda a hacer justicia.

 

Tu blog es, también, uno de los que más comentarios recibe, en una clara muestra de su alto grado de seguimiento. ¿Qué supone para ti la posibilidad de recibir la respuesta directa e inmediata de tus lectores, y cómo valoras esa posibilidad que te ofrece el blog de ponerte en contacto con ellos, y contrastar sus ideas y valoraciones sobre tus relatos?

Si te dijera que ese contacto con los lectores es muy importante, me quedaría corta. Ellos y sus comentarios son para mí una fuente inagotable de inspiración. Y para demostrarte que no lo digo para darles coba, te pondré un ejemplo: al comenzar la historia de la reina Dido y Eneas, surgió la idea de que los lectores pudieran implicarse adoptando un personaje. Cada cual decidió qué personaje quería ser y eligió para él un nombre y una ocupación. Mi compromiso era introducir todos esos personajes y hacerlos participar en un momento u otro de la historia. Más de 60 bloggers toman parte en esta aventura. Ellos me proporcionaron un material básico. Inventar situaciones, escenas, relaciones en las que pudieran entrar todos esos personajes de una manera coherente, dibujar su perfil, su papel en el desarrollo de la historia, ha sido determinante para que ésta haya alcanzado su forma actual. Mi agradecimiento hacia ellos es infinito.

Por otra parte, hay otros lectores que prefieren permanecer en silencio o dejar un mensaje sólo de vez en cuando. A mí me gusta y me ayuda también. Saber que están ahí, que leen con interés y hacen el esfuerzo de seguirme con tanta fidelidad, es un estímulo de primer orden, una razón para escribir.

 

Supongo que, como todo autor al que le cuesta elegir su "obra predilecta", tampoco para ti será ésta una cuestión fácil, pero no me puedo resistir a formulártela: ¿con cuál de tus relatos te quedarías, cuál es tu "mujer más querida"…?

Quiero con mucha intensidad a todas mis mujeres, yo no escribo sobre ninguna que no me guste, y en eso me da lo mismo que en vida hubiera sido un dechado de bondad o una malvada. Pero, como productos literarios, mis mujeres más queridas hoy son la reina Dido y la señora Imilce, protagonista la una y narradora la otra, de la historia de Dido y Eneas. La primera de ellas fue un personaje histórico; la segunda, es de ficción. Ambas son débiles, fuertes y humanas. Las tengo en gran estima porque, además, he crecido con ellas.

 

¿Trabajas actualmente en algún proyecto literario, al que no estás dando publicación, de alcance más amplio? Y, en caso afirmativo ¿manejas para el mismo ofertas, o propuestas, encaminadas a su publicación en formato convencional?

Tengo algunas cosas guardadas en el cajón. Y no tengo planes de sacarlas, de momento.

 

¿Hasta cuándo tendremos Mujeres de Roma? Si no se trata de un secreto inconfesable, claro está…

Hasta que el cuerpo aguante. Y los lectores, claro…

   

En Anika Entre Libros a veces nos anticipamos a libros publicados. Éste es uno de esos casos. Me propusieron su entrevista cuando su trabajo estaba públicamente en un blog y con el tiempo acabamos viendo a una de sus mujeres de Roma en un libro.

 

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