Anika entre libros

Entrevista a Federico Fernández Giordano por "El libro de Nobac"

"Siempre me ha atraído la idea del personaje que no sabe que es un personaje, el fantasma que no sabe que es un fantasma, y que por ende se cree real. A los humanos nos ocurre esto mismo"

Firma: Anika Lillo / Fotos: autor / Julio 2008

 

Cine, música y literatura son las ramas que Federico Fernández Giordano, autor del Premio Minotauro 2008 con "El libro de Nobac", tiene entre sus intereses más próximos. Además es articulista y crítico literario. Junto con otros compañeros lleva el blog Saturnalia, dedicado, cómo no, a la cultura.

Su primera novela publicada, "Los justos" (2007) fue galardonada con el I Premio de Novela El Andén Express, y recientemente obtuvo el V Premio Minotauro de Ciencia Ficción y Literatura Fantástica por su novela "El libro de Nobac" (2008). Ha trabajado como argumentista de cine y es músico y guitarrista bajo el seudónimo de Mad Wilson.

En estos días Federico Fernández Giordano está invitado a la Semana Negra de Gijón donde presentará su segundo libro premiado.

Hablamos con él sobre "El libro de Nobac", una aventura a medio camino entre Fausto y Frankenstein.

 

LOS ANTERIORES GANADORES DEL MINOTAURO

León Arsenal fue con 'Máscaras de Matar' el primer ganador de este premio en 2004. Le siguieron Rodolfo Martínez con 'Los sicarios del cielo' (2005);  Javier Negrete con 'Señores del Olimpo' (2006) y  Clara Tahoces con 'Gothika' (2007).

 

 

ENTREVISTA

 

Antes de hablar de tu libro me gustaría comentar que en la rama artística has tocado varios palos: música, cine y literatura. ¿Cómo están tus preferencias en este momento?

Desde siempre he intentado compaginar y dar cabida a diversas facetas creativas como pueden serlo la literatura, la música, el ensayo, las colaboraciones para guiones cinematográficos, etc. No puede decirse que haya dejado de lado ninguna de estas actividades, sigo haciendo música y todo lo demás, sin perder de vista el mundo de los libros.

 

Has sido también crítico literario ¿qué tal se lleva el estar al otro lado?

Vargas Llosa escribió que una buena crítica ha de incluir documentación, contextualización y opinión a partes iguales. Yo he intentado siempre ceñirme a esta premisa, aunque en alguna ocasión haya podido ser un Giordanopremiopoco duro con alguien. Sin embargo, hay un último aspecto que puede resultar beneficioso para un crítico, y es la cualidad de ser a la vez un creador.

Un crítico literario que además sea escritor ya no es sólo un teórico, sino que conoce en su propia carne, por la vía de la práctica, los procesos técnicos de los que habla. No sé si eso es mejor o peor para ser crítico, pero al menos, de este modo, el crítico también se moja, no se limita a contemplar y analizar desde la inmunidad de su palco, sino que baja a la arena y se expone a que lo devoren los leones.

 

"El libro de Nobac" se alzó en febrero del 2008 con el V Premio Minotauro de Novela y ya se ha publicado, el día 5 apareció en todas las estanterías ¿cómo te sientes?

Feliz. "El libro de Nobac" representa un largo proceso de trabajo así como un trayecto arduo dentro de lo personal, todo un reto que por las vueltas de la vida, pero sobre todo por el empeño puesto durante años, ha obtenido el beneplácito de una editorial como Minotauro y todo lo que un premio de estas características significa para un joven (aunque no precisamente nuevo) escritor.

 

¿Pensaste en presentarlo al premio desde el principio, acaso lo escribiste para él…? Cuéntanos.

Empecé a escribir "El libro de Nobac" allá por el año 2000, pensando únicamente en consagrar mi vida a la literatura. Nunca antes lo había presentado a premios de ninguna clase, hasta que un buen día, creo que por el 2006, decidí que una novela de este tipo podría encajar en el premio Minotauro.

Envié el manuscrito por primera vez en el año 2006, pero debía ser que algunos aspectos de la novela no estaban del todo cuajados, así que trabajé en ella y un año más tarde volví a intentarlo. Ese año la novela quedó entre los cinco finalistas, y el resto es historia.

La conclusión que sacaría de todo esto es que vale la pena no cejar en el intento y, si las cosas no salen bien a la primera de cambio, hacer autocrítica y trabajar a conciencia en la obra a fin de mejorarla tarde o temprano tiene sus compensaciones (conozco autores que han presentado sus obras unas treinta veces antes de lograr su publicación). La obstinación ha de ser el principal atributo del escritor.

 

Tu anterior novela, "Los justos" (2007), recibió el I Premio de Novela El Andén Express. Dos libros, dos años, dos premios… ¿No te da mieditis pensando en el tercer libro o, por el contrario, te anima mucho más?

Desde luego, me siento muy animado con todo lo que ha pasado. Sé que aún puedo dar mucho más y me alienta la idea de poder ofrecer al público los otros textos que tengo preparándose, algunos de los cuales son fruto de no menos esmero y dedicación que los puestos en "El libro de Nobac".

 

Entremos ya en el mundo de "El libro de Nobac". En un momento dado Lisa comenta que es curioso que Valdemar y Edgar lleven nombres salidos de la mente y la vida de Poe, pero yo he visto otro… Pym, el apellido de Edgar, sale de Arthur Gordon Pym. ¿Cómo Giordano1se convierte un guiño a Poe en una subtrama?

En un principio elegí estos nombres por pura pereza. A veces los escritores no encontramos el nombre más adecuado para nuestros personajes y nos manejamos con alguno provisional, como fue el caso. No obstante, finalmente la propia historia me brindó una razón de ser para que los personajes se llamasen así, y que no revelaré aquí ya que responde a una de las mecánicas secretas de la novela.

Por otra parte, el hecho de incluir referencias literarias, musicales, culturales, etc, es una forma de literatura autorreferente, por aquello de "libros que hablan de libros", "cine que habla de cine", etc.

En definitiva, la cultura, como expresión inequívoca del alma y el pensamiento humanos, sólo puede hacer referencia a sí misma, sólo puede hablar de sí misma desde el momento en que el pensamiento es un sistema "cerrado", que siempre regresa sobre sí mismo y al que no le es lícito postularse más allá de sus límites. Por aquello de "los límites de mi pensamiento son los límites de mi mundo" que decía Wittgenstein.

 

Y dentro de la novela, algo hay del mito de Frankenstein y de Fausto…

Siempre me ha atraído la idea del personaje que no sabe que es un personaje, el fantasma que no sabe que es un fantasma, y que por ende se cree real. A los humanos nos ocurre esto mismo. Creemos ser un algo, un yo, una identidad, como forma de dar orden y sujeción a todo ese magma disperso, oscilante e inestable que habita en nuestro interior, pero en verdad no hay un yo, no hay una identidad, el hombre nunca es el mismo, nadie se comporta siempre y en todo momento de la misma manera, de forma que la integridad (el ser) es una ilusión.

Como le ocurre a Frankenstein, a los hombres se nos niega la posibilidad de buscar a nuestro creador e interrogarlo sobre tales o cuales cuestiones, de manera que unos se inventan padres espirituales, otros ídolos racionales… Y, tal vez porque el hombre es el único posible creador, nace el mito de Fausto, el cual buscará por todos los medios a su disposición suplir ese vacío existencial únicamente con la potencia de su ciencia y su pensamiento... Son mitos significativos, desde luego.

 

Federico, "El libro de Nobac" es una historia con constantes pistas ¿crees que el lector las captará de inmediato como para descubrir el final antes de hora?

Yo mismo me lo había preguntado, y la verdad es que temo haber suministrado a lo largo de la novela demasiadas pistas, aunque en otras ocasiones me digo que son pocas y que podría haber seguido incluyendo pistas veladas indefinidamente… Es un juego divertido, al fin y al cabo, el de "mostrar y esconder", tan afín al arte narrativo, y también un aspecto enriquecedor (aunque no siempre necesario) para una buena trama.

 

Estamos ante un libro que se escribe solo y cuenta la historia de Valdemar. Cuando está en posesión de Lisa, Rudolf insiste en que no le diga nada a Edgar, y ella obedece, pero ¿por qué cuando percibe el peligro tampoco abre la boca y espera hasta el último momento?

Bueno, explicar el comportamiento de personajes de ficción podría ser un poco capcioso, en especial si se trata de los personajes que uno mismo ha creado, pero no obstante te diré que a lo largo de la novela ella misma no se explica este comportamiento, y se convence diciéndose que "uno de los dos (en este caso Edgar) debe mantener la cordura". Esta falta de iniciativa en Lisa, claramente en contradicción con su personalidad activa y dinámica, podría explicarse asimismo por el subrepticio "encantamiento" del que es víctima por parte de otro de los personajes de la novela. En vez de hacer explícitos ciertos rasgos irracionales que sobrevuelan la historia, quise dotarlos de esa aura intangible, de trama velada, y alimentar las dudas en el lector.

 

Aparece un león bicéfalo, una figurilla, que llega a crear una pesadilla en Edgar. ¿Qué simbología tiene ese león?

El león es una conexión con el mundo de lo mágico, el mundo irracional que se esconde tras la razón y la realidad de los protagonistas. Por eso actúa como un símbolo de algo oculto deliberadamente, un signo que no tiene significante. Además, el símbolo de las dos cabezas vendría a representar la naturaleza doble Valdemar/Nobac, la dualidad creador/objeto.

 

Alargando aún más el hilo… Edgar ve otra figura de león en casa de Lisa y también se comenta en un momento dado que los ojos de Nobac parecen los del león. ¿Qué relación tratabas de dar a entender entre Nobac y los leones?

Los leones son parte del mundo de Nobac, instrumentos por los que él puede ver y vigilar a Valdemar, a Lisa… Aunque, como dije más arriba, he preferido no explicitar este tipo de cuestiones, sino limitarme a sugerirlas.

 

Ya que hemos nombrado a la pareja investigadora protagonista, los describes de una forma totalmente distinta, háblanos de sus personalidades.

Él es un ser disperso y caótico que se mueve por impulsos, mientras ella es sistemática y eficiente, el colmo de la racionalidad. Lo que ocurre es que me siento a gusto con las situaciones de contraste, son un estupendo marco para el hilo dramático, pues implican conflictos de pareceres, perspectivas en desacuerdo, etc. De hecho, "El libro de Nobac" está fundado sobre un contraste fundamental que es el de realidad/ficción.

 

Seguimos con las personalidades: cuando Valdemar habla de Nobac, en el fondo se ve que éste adora al profesor, especialmente cuando dice "¿no estaba divinamente loco?". ¿Por qué no le odia?

Las fronteras entre fascinación y odio, entre amistad y enemistad, entre amor y locura pueden ser muy estrechas.

 

Dices en tu libro "El profesor Nobac se ganó la enemistad de muchos para acceder a unos pocos". ¿Qué tipo de personalidad esconde este personaje?

Entre el batiburrillo de rasgos inventados, superpuestos, mezclados de la experiencia propia o de personajes de la vida real, quería hacer del profesor Nobac un personaje excepcional, una personalidad de esas que dejan huella, un ser a caballo entre la genialidad y la locura. El doctor Fausto o el filósofo Nietzsche servirían de modelo, por su cinismo, por su contradictorio desprecio hacia la especie humana, por su manera de Ellibrodenobac -portadarecluirse del mundo, cerrándose en la tragedia de su propio genio.

 

Valdemar no llega a pedirles, en particular a Edgar que es quien debe escribir, ningún adelanto de lo que llevan trabajado. ¿Necesitaba Valdemar, más que alguien escribiera su historia, soltarla cuanto antes para poder compartirla, utilizar incluso aquellos encuentros como catarsis, sacando de sí lo que le atormentaba hasta el punto de dejar en segundo plano el hecho de que el libro escribiera su vida sin ayuda de nadie?

Posiblemente sí.

 

El anciano buscaba contar su historia para "ser alguien" ¿buscaba tener, como el común de los mortales, un alma?

En efecto. Valdemar aspira a lograr una "existencia verdadera" a través de su historia. Es así como en las palabras, y sólo en ellas, puede darse el milagro del ser, la ensoñación de la razón que orbita sin sentido mientras no ha sido fijada y puesta por escrito.

 

La extrema sabiduría siempre parece conectarse a la demencia. Nobac parecía un loco pero ¿lo era?

Un poco sí, desde luego. Pero eso no quita que también sea un genio. De ahí que sea un personaje que despierta emociones encontradas, que fascina y atemoriza al mismo tiempo.

 

Se plantea además que fuera cobarde…

El hecho de que sea incapaz de quitarse la vida puede interpretarse como cobardía, pero es un rasgo más de su carácter excéntrico: para él, la vida es una obra de arte y como tal su final deberá ser teatral a la vez que trágico.

 

¿Qué te atraía más de la historia, los viajes temporales, las personalidades dependientes, el dios creador, la magia del libro…?

Uf… la verdad es que son un montón los aspectos o intereses personales que he volcado en esta historia, pero podríamos citar la ambigüedad de la identidad, así como bien has mencionado las relaciones de amor/odio o dependencia enfermiza entre las personas, la búsqueda del creador, el fenómeno del libro que es un reflejo literal de la vida… Pero también la recomposición a través de la memoria, la reconstrucción de la realidad, los procesos inconscientes que determinan lo consciente, la búsqueda de algo que desconocemos pero que sin embargo se halla estrechamente relacionado con nosotros… Y por supuesto la relación triangular entre escritor, ficción y realidad.

 

¿En qué género prefieres que se englobe "El libro de Nobac"?

Diría que el fantástico, si no fuera porque el fantástico se confunde demasiado a menudo con la fantasía. Con el auge de la novela realista francesa del siglo XIX, el género fantástico sufrió un claro descenso en la opinión pública. Desde entonces, a pesar de que ha habido grandísimos cultores de este género (Poe, Lovecraft, Borges, Lugones, etc), es como si el género realista fuese la única manera de acceder a la crítica especializada, a la "inteligentsia".

Pero esto es un error de apreciación; el género fantástico es el género más antiguo del mundo, ya existía en las antiguas civilizaciones, y de un modo u otro ha pervivido a lo largo de la historia. El fantástico es el género más honesto o puro literariamente hablando, pues en él cristalizan las fuerzas interiores del hombre, sus deseos, miedos y figuraciones de un modo libre de ataduras.

 

¿Quiénes son tus referentes en esta novela?

Por un lado, cabría preguntarse por las influencias que dan alas a una novela de este tipo, que incurre deliberadamente en aspectos del género policiaco, de la novela de misterio, del thriller, etc, y por otro, habría que considerar las influencias generales como escritor más allá de "El libro de Nobac".

A nivel formal, me interesa la manera que tenían los autores de la noveau roman a la hora de tratar el género policiaco y darle la vuelta a las convenciones, su manera de concebir estructuras laberínticas, en las que se pierden o se difuminan las coordenadas clásicas de la narrativa policiaca o de misterio.

A nivel de fondo, por supuesto que me han influenciado mucho escritores como Borges o Bioy Casares, pues como he dicho ellos recuperaron esa rama del fantástico que a mí tanto me interesa.

Sin embargo, uno trata de ser uno mismo en todo momento a través del estilo. Ésta es precisamente una obra que considero muy personal, en la que he tratado de encontrar una voz propia mediante la conjunción de géneros.

 

Y hablando de libros y autores… ¿qué estás leyendo ahora?

Siempre tengo dificultades para decir qué estoy leyendo, pues siempre leo muchas cosas a la vez, como quien hace un zapping interminable con quince o veinte libros a la vez, pero podría citar uno de mis descubrimientos recientes, un autor italiano no muy conocido pero de un talento asombroso, Andrea Canobbio y su novela "El desorden natural de las cosas". También tengo entre manos "El teatro de Sabath" de Philip Roth, "Callisto" de Torsten Krol, "Pura anarquía" de Woody Allen, "Lolita" de Nabokov, "Las hijas del fuego" de Nerval, y un largo etcétera.

 

Bueno, pues entonces eres de los míos. Por último, por qué no nos dices qué estás escribiendo ahora y el género, ya que sabemos que te gustan varios.

Me hallo desarrollando una novela que tengo acabada desde hace tiempo, pero que todavía tengo que pulir, es una novela "semi-histórica" pues acontece en 1946, en la India, y es una novela aparentemente realista. Digo aparentemente porque el tema de fondo de la novela es precisamente el cuestionamiento de la realidad histórica o de aquello que tenemos por realidad, tema que también se toca tangencialmente en alguna parte de "El libro de Nobac".

Aparte de esto y algún que otro relato, tengo dos novelas empezadas que combinan el género fantástico con el policiaco y la novela de intriga al estilo de "El libro de Nobac".

 

Muchas gracias por la entrevista Federico, igual tenemos oportunidad de volver a charlar.

Espero que sí. Un saludo.

 

ver + Federico Fernández Giordano

 

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