Entrevista a Dolores Redondo Meira por "Los privilegios del ángel"

Dolores Redondo Meira es una mujer franca y apasionada, sincera y tenaz. Una mujer con mayúsculas que tiene muy claro lo que quiere y lo que no quiere de la vida. Y quería ser escritora. Siempre lo supo. Su empeño se ha materializado en un libro que llega al corazón, una primera novela madura y arrebatadora que nos lleva por los inescrutables caminos de la mente humana y de los sentimientos. El duelo, ese estado, ese proceso que sigue a la muerte de un ser querido, es el tema principal de su novela, algo que ha explorado a través de la documentación y que conoce de primera mano porque lo vivió en primera persona siendo una niña. "Hay gente que me dice que publicar un libro es poco menos que imposible, me cuenta, como yo no lo sabía por eso lo intenté". Y lo consiguió. Hoy hablamos con ella de "Los privilegios del ángel".

ENTREVISTA

¿De dónde surge la idea de escribir esta novela?

Ya había tratado el tema del duelo en varios relatos cortos y siempre me quedaba la sensación de no haber profundizado lo suficiente en un tema tan complicado. La necesidad de que fuera una novela obedece a mi evolución como escritora. Creo que me incliné por los relatos cortos por pura inmadurez y bastante timidez, hasta que estuve preparada para una novela.

Me consta que eres una persona feliz, ¿cómo hiciste para meterte en la piel de Celeste / Pacucha?

Por desgracia el duelo es una experiencia devastadora a la que pocos han escapado, y yo no soy una de ellos. Viví un terrible duelo en mi infancia al perder a mi hermana y sé por experiencia lo difíciles que se ponen las cosas para un niño que ha de enfrentarse a la crudeza de la muerte y a la fractura con la infancia que conlleva. Aun así me documenté contactando con dos grupos de ayuda en el duelo y una psicóloga experta en el duelo en la infancia.

¿Te has documentado mucho sobre el tema de los malos tratos? ¿Has tenido acceso a personas que lo han padecido? Lo pregunto porque es un episodio que me parece de un realismo apabullante.

Por suerte en lo que tiene que ver con los malos tratos no puedo echar mano de mi experiencia personal, aunque como mujer, como escritora, como ser humano me resulta muy fácil ponerme en la piel de una mujer que sufre. La investigación sobre el duelo no resuelto me llevó a plantear en la novela otros tipos de duelos, todas las pérdidas de amor, amigos, trabajo, posición… Duelos menores comparados con la muerte, pero que si no los resolvemos esclavizan nuestra vida incapacitándonos para amar y disfrutar, pero sobre todo para entender que nos merecemos ser amados y ser felices y que no resolver nuestro dolor nos deja dañados, vulnerables y expuestos a los depredadores físicos y emocionales.

La parte en la que narras la etapa escolar de la protagonista, ¿está rescatada de tu memoria o has tenido que indagar para poder plasmarla con tanto detalle?

Soy una de esas personas que recuerdan su infancia con todo lujo de detalles hasta el punto en que puedo reproducir conversaciones enteras, además mi memoria se remonta hasta que era muy, muy pequeña. En mi casa se asombran de algunos de mis recuerdos y, en efecto, toda la parte de la etapa escolar está rescatada de mis propios recuerdos, aunque por supuesto está novelada.

¿Eres consciente cuando escribes de que llevas al lector a hacer un profundo ejercicio de introspección por tu manera de tratar el tema de las emociones, los sentimientos?

Eso espero. Ya en mis relatos cortos la línea ha sido siempre la emocional. Creo que el lector demanda personajes más creíbles, más humanos, una vuelta a las emociones mas íntimas que le hagan identificarse con los personajes y sentir que las miserias que nos esclavizan y los temores que nos acechan no son solo la parte íntima y a veces vergonzosa de nuestra vida. Apuesto por un modo de escribir en el que al lector le llegue una profunda sensación de realidad una especie de "real ficción" en que experiencias propias y de otros, más un ejercicio literario se mezclen para conmover, emocionar y hacer sentir.

Tu prosa es rica y cuidada, no abusas de adornos ni la recargas pero se nota una gran riqueza de vocabulario. ¿Es este un aspecto que trabajas o te sale de natural tan estupendo?

Espero que no te refieras a la gran profusión de tacos y palabrotas que aparecen en la novela. Jajaja. Del mismo modo que apuesto por la sinceridad emocional para seducir al lector, opino lo mismo del lenguaje a emplear y creo que la novela es un claro ejemplo de que se puede escribir elegantemente usando un vocabulario extenso y rico y a la vez añadir un quintal de tacos si el diálogo lo demanda así.

Imagino que tenías muy claro lo que ibas a escribir cuando te pusiste a ello porque tengo la sensación de que no sobra ni falta nada.

No hay nada que me indigne más cuando leo, que notar que es "paja", que me están liando en veinte o treinta páginas cuyo único fin es que el libro salga más gordo. Soy una entusiasta de la brevedad quizá debido al tiempo en que me dediqué al relato corto, en el que es indispensable que no falte ni sobre nada, pero sin olvidar que escribo narrativa y que hay libertades que no solo puedes tomarte, sino que debes tomarte.

Oye, ¿y qué se siente cuando una ve publicada su novela por primera vez y que además tiene tan buena acogida?

No sé cómo será para otros. Cuando tuve el primer ejemplar en las manos me sentí muy satisfecha y a la vez descansada, como el que se libera de una terrible carga. No hace falta explicar lo que cuesta que una editorial se decida a publicar la primera novela de un autor, y yo tenía claro que no quería una autoedición, tenía el empeño personal de que caminase sola y cuando al fin lo conseguí estaba agotada, así que fue algo así como ¡Por fin! Las satisfacciones vinieron después, cuando alguien me para por la calle para pedirme la próxima, con cada carta que llega para felicitarme, con las reseñas y artículos que en el último mes se han multiplicado.

¿Preparas nueva novela? ¿Puedes contarnos un poquito de qué va?

Una novela siempre te lleva a otra, en ocasiones a más de una. Escribo una novela que ya está bastante avanzada, tan distinta de Los privilegios del ángel como una novela lo pueda ser de otra, pero sin perder la línea emocional que la caracteriza. Una mujer regresa al pueblo donde nació para investigar un crimen atroz, deberá resolver viejas rencillas familiares con sus hermanas que quedaron a cargo del negocio familiar y un secreto que han ocultado desde la infancia. Más personajes que en Los privilegios del ángel pero conservando el gusto por la magia y explorando de nuevo la infancia como punto de partida y un detonante en la actualidad que destapa la caja de los demonios que creímos dormidos.

Mmmmmmmm suena genial, me encantará leerla. ¿Tiene Dolores algún método a la hora de escribir?

Solo dejar que crezca, no es algo que haga conscientemente. El germen del que surge una idea lleva a veces mucho dentro de mí y va creciendo sin que yo pueda evitarlo hasta que hay que sacarlo. Si te refieres a si sigo alguna pauta de trabajo, lo cierto es que cuando ya estoy escribiendo, lo hago a diario, me documento, investigo, y prácticamente no pienso en otra cosa que no sea la novela.

¿Algún ritual o manía?

Solo abrigarme, tengo mucho frío mientras escribo.

¿Algún consejo para un escritor novel?

Ufffff. Una vez leí una entrevista a la editora Carmen Balcells en la que le preguntaban cómo tenía tan buen ojo para distinguir a un escritor que iba a triunfar con solo ver su opera prima. Ella respondió que todos los escritores que lo son tienen en común el carácter. Un carácter decidido, fuerte, indomable, un carácter de todos los demonios. No sé si ella tiene razón, pero te hará falta una gran decisión, un gran convencimiento y no dejar que nada te desvíe de tu camino. Excepto mi familia nadie sabía que yo escribía hasta que publique la novela, yo no necesitaba la aprobación de nadie para escribir y en cuanto a la opinión la que me importaba era la de un editor y cuando lo hice público fue para contar que había una novela mía en las librerías. Yo ya escribía para mis lectores y no paré hasta que pude llegar a ellos.

Como anécdota te diré que fue muy divertido ver la cara que se les quedó a mis conocidos, amigos, familiares no directos al leer mi novela. Tú que la has leído ya sabes que es una novela dura, de lenguaje fuerte, muy realista y descarnada, triste y tierna. Te aseguro que mi imagen, o la imagen que los que me conocen tienen de mí no se corresponde para nada con la protagonista de mi novela en esa novela hay parte de mi piel, pero no soy yo, así que en general se quedaron bastante sorprendidos, alguno incluso me comentó mirándome de ese modo tan especial que significa ni por lo más remoto imaginaba que tenías una mente tan perversa, "No sé, no te pega escribir algo así." Eso sí que produce satisfacción.

Puedes estar muy satisfecha, desde luego, y también puedes estar segura de que te voy a seguir de cerca. Muchas gracias por tu tiempo, Dolores, estoy deseando leer tu nueva novela.

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