Anika entre libros

Entrevista a Carlos Salem por "Un jamón calibre 45"

"Me seducía poner a un tipo normal en una situación peligrosa, inédita para él, y ver cómo se desenvolvía. De todo eso surge la historia"

Firma: Pilar López Bernués / Fotos: 1ª Foto: Ana Portnoy - Foto primer plano en París: Susana Arbizu - Foto con ángel: Jose Naveiras - Fotos cedidas por el autor / Abril 2012

 

Carlos Salem nació en Buenos Aires en 1959 y reside en España desde unjamoncalibre451988. A los treinta años se dedicó de lleno al periodismo, pero hasta ese momento compaginó esa profesión con diversos oficios (taxista, camarero, librero, conserje de hotel…)

Comenzó a publicar sus creaciones literarias en 2007 y desde entonces han salido a la luz cinco novelas, dos colecciones de relatos y tres poemarios. Varias de sus obras han sido traducidas a otros idiomas y algunas galardonadas con Premios Literarios.

En esta entrevista hablamos con él, entre otras cosas, de su última obra: "Un jamón calibre 45".

 

ENTREVISTA

 

Carlos, además de la reciente novela "Un jamón calibre 45" que nos servirá de base a la entrevista, he leído otras dos obras tuyas ("Cracovia sin ti" y "Matar y guardar la ropa") Esta última, y la que nos ocupa, son de carácter-tipo negro, Cracovia sin ti es romántica, y tienes relatos y poemarios… ¿Te identificas especialmente con un género literario o eso es algo que depende del momento?

Supongo que me gusta incursionar en todo, pero me siento novelista. La poesía me ayuda a expresarme y comunicar, pero mi barrio natal, como lector y como escritor, es la novela. Y en cuanto a género, el negro en sentido amplio es en el que me siento más cómodo, pero precisamente carlossalem1porque no me encierra.

 

Parece que tu carrera literaria comenzó un poco tarde… ¿Desde cuándo escribes?

¿La carrera empieza cuando suena el disparo o desde que te entrenas para correrla? Empecé a publicar hace menos de 5 años y desde entonces han sido 11 libros: llevo escribiendo seriamente 15 o 20 años, pero también tenía que vivir y leer mucho, para tener algo que contar...

 

Antes de comentar tu último libro, Carlos, me gustaría decir que las tres obras tuyas que he leído tienen un denominador común: la originalidad y un excelente sentido del humor. ¿Es esa tu "firma literaria"?

Me gustaría pensar que esos son los reclamos, los anzuelos para pescar al lector y llevarlo de viaje por una historia en la que, entre sonrisa y sorpresa, acaba pensando en lo que no esperaba pensar. Si solo pretendiera sorprender y hacer reír como parte de un truco vacío, ya habría dejado de escribir. Siempre hay algo más, reflexiones a las que el lector decide o no sumarse.

  

¿Es natural en ti "sacar punta" a cualquier situación o se trata sólo de un recurso como escritor?

Uno escribe como es o le gustaría ser. Supongo que algo no anda bien en mi cabeza y por eso cuando pienso una historia se disparata. O acaso la vida es así y así la cuento...

 

Pasando al libro que nos ocupa que, por cierto, me ha llegado ya la segunda edición (enhorabuena) ¿cómo surgió la idea?

Quería rescatar mis sensaciones cuando llegué a España, hace más de veinte años, esa certeza de que estás dejando de pertenecer al sitio del que vienes y aún no perteneces al sitio al que has llegado. También jugar a contar como es Madrid en Agosto, cuando más de la mitad de la población no está y se establecen otras reglas. Y finalmente, me seducía poner a un tipo normal en una situación peligrosa, inédita para él, y ver cómo se desenvolvía. De todo eso surge la historia.

 

¿Y el título? Admito que tras la lectura de la novela le encuentro sentido, pero a priori, sin saber de qué va el libro, hay que poner en marcha la imaginación para relacionarlo con una obra de género negro…

¿Tu crees? Si desde el título se habla del Calibre 45... En realidad, se trataba de avisar que es una novela negra, desde el lenguaje, un homenaje a Raymond Chandler, hasta la trama de fondo, pero que no se trata de una negra clásica en el tratamiento. Además, ¿No existe el spaguetti Western? Pues con el título ya sabes que es un thriller madrileño, ibérico y a mismo tiempo desenfadado, aunque lleno de carlossalem2melancolía.

 

Los principales personajes, incluido el protagonista, son algo caricaturescos ¿Es ese tu modo de ver la sociedad?

Es que para mí no son caricaturescos. No escribo parodias, nunca. Creo que nos vestimos de falsa solemnidad para esconder que seguimos siendo niños asustadizos, audaces, veleidosos y despistados. Yo veo la sociedad como es, no como nos dicen que debemos verla. Me apasiona el absurdo latente en todo lo que hacemos, que salta a la vista. Pero quizás nos han enseñado a mirar hacia otro lado, en especial a los escritores: cuesta tanto que nos tomen en serio, que pocos nos atrevemos a jugar con ese absurdo, por miedo a que nos etiqueten de humoristas. Yo he declarado ya muchas veces que escribo historias tristes que hacen sonreír a la gente. Si ocurriera lo contrario, me preocuparía...

 

También está muy logrado un personaje especial, y digo "logrado" porque aunque es un gato sus incursiones se ven verosímiles en el entorno de la trama. El modo de actuar de "Silvestre" es marcadamente felino, y como una parte del libro se lo dedicas a la gatita "Mía" entiendo que te identificas bastante con esos seres de cuatro patas, los más libres de la Tierra, según muchos (yo entre ellos, lo confieso)

Me caen bien los gatos, porque no saben mentir. Silvestre juega un papel ambiguo, porque tú puedes creer que habla en realidad, o que es un recurso del protagonista para decirse aquello que le duele. Pero un gato es un misterio, como lo es una mujer o una novela. Sin esa condición, escribir sería lo mismo que redactar, y no lo es.

 

Hay bastante filosofía callejera en la novela, Carlos. ¿Es la observación de las personas lo que te inspira en el momento de crear personajes y sacarles "punta"? Me refiero a esa cualidad tuya de caricaturizarlos a todos, situaciones incluidas.

Soy un observador despistado, que todo lo ve por el costado de los ojos. Como siempre estoy pensando en algo, dejo que esas impresiones lleguen pero no las califico, quedan ahí, y de ellas tiro cuando escribo una historia. Con la filosofía "de barra" ocurre lo mismo: es en la calle donde camina la vida y se puede caminar detrás de ella, delante para no verla, o a su lado. ¿Es que en la vida real el encargado de matar eventualmente a alguien no puede acabar siendo su amigo si se tratan lo suficiente? Yo creo que sí, o quiero creerlo. Lo que no me creo es el tópico de película yanqui, del asesino infalible, que parece que nunca va al baño ni se resfría o enamora...

 

Me da la sensación de que te lo pasas genial mientras escribes…

carlossalem3Me lo paso tan bien que procuro que no lo sepan mis editores, sino en lugar de pagarme, me cobrarían. Suelo decir, y no es una boutade, que escribir es casi mejor que el sexo, pero sólo casi.

 

¿Qué buscas transmitir en el momento de publicar una nueva obra?

No busco, encuentro, a veces. Si me planteara: esta novela llevará tal mensaje, me aburriría al segundo capítulo, y también el lector. Hay cosas de fondo, que te apetece contar, pero no como vehículo de una moraleja. Detesto los libros que pretenden (y casi nunca logran) decirle al lector "la vida es así", "debes pensar o sentir esto"... En Un jamón calibre 45, acabé hablando del deseo, de la amistad, de lo poco que conocemos a quienes tenemos más cerca, y de esa dualidad que todos llevamos a cuestas, la lucha entre quienes somos casi todo el tiempo, y el otro, la otra forma de ser que también es nuestra y opuesta, pero suele quedar relegada.

 

Carlos… A mí me gusta mucho tu manera de hacer reír, sin caer en el ridículo-inverosímil, que puede hacer que una buena novela deje de serlo si se traspasa esa fina línea… ¿Cómo definirías tú esa inexistente pero real separación?

Con una palabra pomposa: Honestidad. Un novelista es un tahur, está obligado a "engañar" al lector. O si lo prefieres, un prestidigitador que quiere regalarte la felicidad efímera de creer que la magia existe. Si eso se hace mecánicamente o subestimando al lector, el lector lo nota, se te caen los ases de la manga y todo se reduce a un truco. Escribir una novela es hacer magia sabiendo que la magia no existe, pero aún así, creer en ella...

 

¿Cómo definirías "Un jamón calibre 45"?

Es una novela con una fuerte carga erótica, pero no gratuita, sino impuesta por la historia, y también una historia de amistad, en todos sus sentidos, es decir tanto en lo que implica nobleza como lo que a veces hay de envidia y resentimiento. Y también una novela negra moderna, que se atiene en lo esencial a los cánones, ya que la intriga funciona, aunque nunca es lo más importante para mí. Si además resulta divertida, mejor todavía: creo que después de reír pensamos con más claridad.

 

¿Cambiarías alguna cosa, ahora que ya está publicada?

Nada. Si no, no la hubiera publicado.

 

¿Escribes siguiendo un plan o te dejas llevar por el momento?

Tengo una idea que se va de copas con otra idea y como intuyo que de esa amistad saldrá algo, las dejo beber y jugar un tiempo, hasta que llega una tercera idea y ya sé que tengo novela. Entonces me siento y escribo 70, 80 o 100 páginas y paro, porque no se escribir con el piloto automático conectado. Vuelvo a ella semanas después y sigo con ella. Siempre se cómo acabará la novela antes de sentarme a escribirla, hasta la frase final. Lo que me falta, por suerte, es lo del medio, y lo más divertido es lo que descubro mientras lo escribo.

 

Como escritor, ¿concedes más importancia al estilo o al contenido?

El estilo es importante para mí, y lo cuido mucho más de lo que pudiera carlossalem4creerse. Pero lo cierto es que el estilo que usarás te lo pide la historia que quieres contar, de modo que hay un equilibrio. Pero siempre que escribo tengo una historia, y si hago un ejercicio de estilo, es con algo que contar.

 

¿Y como lector? ¿Existe algún género que te atraiga especialmente?

Los libros que me sorprendan, que estén bien escritos y me respeten como lector. Me gusta el género negro pero no todo lo que se incluye en él. Una buena novela negra debe ser, primero, una buena novela. Y no soporto los libros pretenciosos o artificialmente complejos. Volviendo a lo que decía antes, prefiero un mago ignoto que haga trucos cercanos y bien ejecutados, que a David Copperfield haciendo desaparecer un elefante.

 

¿Tienes alguna obra en preparación o un nuevo proyecto a corto plazo?

Varios: una novela terminada que está en fase de corrección final, una serie de novelas juveniles con aires de novela negra, un poemario que estoy acabando de pulir, y un proyecto que me entusiasma espacialmente, un libro de cuentos para niños con vello púbico, ilustrado por el gran Toño Benavides...

 

¿Te gustaría añadir algo más?

Dar las gracias a los lectores que en español, francés y alemán, han adoptado mis libros y a su autor, un tipo que sigue sorprendido de que la gente ría, llore o piense con mis novelas. Sin quitar mérito a los lectores en mi lengua natal, me sigue sorprendiendo la manera de captar mis historias de los que leen las traducciones y las disfrutan como yo. En breve se publica mi primera novela en italiano, y puede que alguna lengua más a corto plazo, y eso me da miedo... hasta que veo que los lectores vienen y te cuentan tu novela como si fuera suya. Eso no tiene precio.

 

Carlos, te agradezco mucho la entrevista y muy especialmente el rato divertido que he pasado con éste y tus otros libros… Dicen que reír es muy sano, y en estos tiempos yo diría que "sanísimo". Enhorabuena por el trabajo y por el éxito, que esa segunda edición tan cercana a la primera, así constata.

Gracias ti. He sido periodista muchos años y cuando quien te entrevista te ha leído, se nota y se agradece.

 

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