Anika entre libros

Entrevista a Antonia J. Corrales por "En un rincón del alma"

"No hay nada más hermoso y grato que el que una persona se desnude ante ti. Que te lleve donde sólo ella ha estado. Que lo haga sin prisas, haciéndote partícipe de esos momentos tan diminutos, pero tan importantes"

Firma: M. Dolores García Pastor / Fotos: autora / Foto con Anika: Anika Lillo / Mayo 2010

 

Antonia J. Corrales es una mujer multifacética. Colabora en revistas culturales como The Big Times o Gibralfaro Revista de Creación Literaria y Humanidades, es correctora y valora textos literarios como freelance, ejerce de jurado en algunos certámenes literarios de este país, ha recibido una veintena de premios en narrativa breve, acaba de publicar su tercera novela y eso además de ser madre, esposa y ama de casa. Un no parar.

Epitafio de un asesino fue su debut como novelista y después vino La décima clave, ambas novelas de intriga. Ahora Antonia ha decidido dejarse llevar por los sentimientos y explorar las sendas de la novela intimista. La verdad es que se le ha dado de fábula y por eso hemos querido hablar con ella de En un rincón del alma, un libro que nos descubre una nueva faceta de esta estupenda escritora.

 

 

ENTREVISTA

 

¿De dónde nace la idea de escribir el libro?

Nació hace mucho tiempo porque es mi primera obra. De dónde, no sabría decirte en concreto. Quizá de muchos instantes vividos que compartieron conmigo y compartí. Llegado el momento, quise contarlo porque pensé que todos teníamos un nexo en común y que cuando ese nexo se comparte uno se siente menos solo y más comprendido. Ése era mi fin real al escribir esta historia, mi único fin: que el lector sintiera.

 

Pues te aseguro que conmigo lo has conseguido. La historia de Jimena está hecha de retazos, de instantes importantes de su vida, ¿algunos de esos pasajes están inspirados en tu vida? ¿Surgen de algún rincón del alma de Antonia?

Hay algunos que, como bien apuntas, están inspirados en sentimientos vividos, bien a través de mis propias vivencias o de las que he compartido con los míos: amigos, familiares… Otros nacen de la empatía que generan las personas que pasan a tu lado, con las que compartes Antonia1pequeños instantes de tu vida sin que sea necesario tener una relación cercana. Y, por supuesto, la mayor parte de la trama es ficción, una ficción relativa porque está basada en una realidad muy cotidiana. También en los anhelos que tenemos todos desde que nacemos: la búsqueda del amor, de la felicidad, de uno mismo, la huída de la soledad…

 

¿Es En un rincón del alma una novela para mujeres como algunos han dicho?

No, rotundamente, no. En un rincón del alma, es una obra para personas, independientemente de su género, condición sexual, política o religiosa. El único pero que puede tener es la edad del lector, que yo la situaría desde los 18 en adelante, nada más.

 

¿Crees que existe una literatura para mujeres?

No. En literatura yo no diferencio por géneros humanos. Jamás he enseñado mi partida de nacimiento para comprar un libro. La literatura no tiene género de persona, tiene género literario: suspense, intimismo, rosa, fantástico, ensayo, poesía… Como sucede en la música, el teatro, el cine; como debería suceder en todos los ámbitos.

 

Creo que una de las claves para que tu libro atrape al lector es que nos sentimos identificados con lo que cuentas, ¿a qué crees que se debe? ¿Por qué algunas de nosotras al leerte nos sentimos mujeres de agua (y hasta alguno de ellos, seguro)?

Quizá porque la novela es el espejo de las pasiones humanas. Las pasiones y los anhelos por excelencia. La esencia de nuestro yo más íntimo. De aquello que pensamos, sentimos y no solemos compartir con nadie. A fin de cuentas todos somos más parecidos de lo que pensamos, creo que ahí reside el misterio de esa cercanía, en la cercanía misma.

 

El hecho de que esté contado en primera persona hace que el lector tenga la sensación de que se lo están contando única y exclusivamente a él. ¿Fue una elección intencionada?

Sí. No hay nada más hermoso y grato que el que una persona se desnude ante ti. Que te lleve donde sólo ella ha estado. Que lo haga sin prisas, haciéndote partícipe de esos momentos tan diminutos, pero tan importantes. No hay nada más hermoso que un susurro al oído, un "sé lo que te pasa, a mí me sucedió, o me sucede lo mismo, amiga". ¿No crees?

 

Desde luego, hay que ver lo que ayuda en determinados momentos.

Pues eso era lo que pretendía, contarle al lector parte de mí, de los míos y de él mismo, todo al oído: en un susurro.

 

Tus anteriores libros fueron novelas de intriga pero ahora has apostado por una historia totalmente intimista, ¿en qué género te sientes más cómoda?

No sabría decirte. Éste me gusta muchísimo, me hace sentir, y el suspense me divierte.

 

Antonia2En tu libro aparece un paraguas rojo, ¿qué simboliza?

Simboliza la protección, la complicidad, el reconocimiento y la unión entre las mujeres de la trama.

 

¿Cómo se te ocurrió la idea de ese omnipresente paraguas rojo?

Se me ocurrió mirando el mío. Como pongo en un pie de foto del blog de la novela: todos tenemos una razón de ser, mi paraguas también la tenía… Era parte de la obra antes de estar escrita.

 

También hay por ahí un guiño a cierto personaje de cómic por el que sé que sientes debilidad.

Mucha debilidad. Mafalda, mi gran Mafalda. Aún recuerdo cómo me miraban todos los viajeros del autobús, hace ya muchos años, camino del trabajo, mientras yo me desternillaba de risa leyendo las viñetas. Cómo mi padre se enfadaba porque mis risas no le dejaban escuchar el telediario… Mafalda es parte de mí, siempre lo será, irrepetible, genial, imperecedera… Debería ser de lectura obligatoria en todos los institutos.

 

¡¡Totalmente de acuerdo!! Su lucidez infantil es increíble y las nuevas generaciones podrían aprender mucho de ella, estoy segura. Durante toda la historia flota en el aire la sombra de la predestinación, ¿crees en el destino como en algo de lo que no podemos huir?

No exactamente. Creo en que hay cosas predeterminadas, pero a la vez éstas tienen un polo opuesto. Se nos dan muchos caminos, infinitas oportunidades que varían según tomemos un sendero u otro. Creo que los destinos están escritos, pero ojo: los destinos, no el destino. El que elijamos es cosa nuestra.

Además creo en los viajes a través del tiempo, por ello pienso que el destino no es ineludible del todo. Sería muy extenso explicarte lo que pienso sobre ello, a la par que interesante. Lo dejaremos para otra ocasión, quizás para la próxima obra que versará, en parte, sobre ello.

 

Te tomo la palabra. Tampoco te olvidas del tema de la violencia de género, ¿qué piensa Antonia J Corrales sobre esta importante lacra social?

Es un tema muy delicado. Sobra decir que estoy totalmente en contra de cualquier tipo de maltrato, sea éste de género, político, social, o por cualquier motivo. Aún hay mucho que andar en este sentido, seguimos viviendo en una doble moral que, desgraciadamente, arropa muchas cosas.

La ley aún no está como debería en este tema, la sociedad tampoco. No basta con campañas, con pulseras, con asistentes sociales, se necesita mucho más que eso. Empezando por no crear dioses de barro, que ya los hay en este tema.

Creo que lo primero empieza en la cuna del hospital, al costado del padre y la madre, de la mano del maestro, del compañero de clase, de los medios de comunicación, de la publicidad, de los políticos, y sobre todo de la cultura.

Necesitamos más cultura, hay mucha incultura y ésta se da también en clases sociales altas, en gentes con carreras y tesis doctorales, porque la incultura a la que yo me refiero es el valor moral de las personas, y ése sigue manipulado la conveniencia de unos pocos. Antes arropados por el régimen reinante en el que la mujer era un cero a la izquierda y hoy por las lagunas de la ley y la manipulación política y mediática en muchos casos. Complicado, muy complicado de explicar.

 

Intuyo por lo que cuentas en esta novela que apuestas más por la complicidad entre mujeres que por las mujeres que son malas con las mujeres como si de una ley natural no escrita se tratase. Esa falacia que nos intentan inculcar muchas veces.

Apuesto por la complicidad humana. En este caso son mujeres las protagonistas. Creo que la complicidad es importante en esta vida, una de las cosas más importantes. En los tiempos que corren más.

 

Como escritora estoy convencida de que ya tienes otro proyecto entre manos, ¿nos puedes contar algo sobre él?

Comenzaré en septiembre, eso espero. Será una mezcla de intimismo, suspense y parapsicología. Creo que un buen cóctel, con unos personajes entrañables que ya pelean por pasar al papel, pero… aún no tengo tiempo, el tiempo que ellos requieren y se merecen, habrá que esperar.

 

Y mientras esperamos ansiosos tu nueva novela, hablemos de la escritora. ¿Sigue algún método Antonia J Corrales a la hora de escribir sus novelas?

Mi método es aleatorio. Lo más importante: la tranquilidad, no tener prisas. Si hay un parón, que los hay, me lo tomo con calma y dejo todo hasta que vuelvo a tener ganas. No creo en las musas, creo en la necesidad de escribir, en tener una idea, en el momento preciso. En la magia, porque creo que todas las historias que escribimos están ahí antes que nosotros, esperándonos. A veces, yo las encuentro, y otras veces ellas me encuentran a mí. Intento no agobiarme, eso es importantísimo. Ya sabes: la creación no puede encerrarse en una jaula, aunque esta sea de oro.

 

Anika Lillo y Antonia J Corrales en el I Encuentro Nacional Anika Entre Libros en Madrid

Anika -antoniajcorrales

 

¿Tienes algún tipo de rutina, ritual, manía?

Sí, en los comienzos de una historia necesito estar sola, después, cuando la trama avanza, me da igual quién haya a mi alrededor, si hay ruido, si no lo hay, si me hablan, si no. Una de mis hijas define mi estado como: mamá ya está en Matrix.

No me gusta pasar mis textos a nadie hasta que no están terminados. Sólo los lee mi marido y mi agente.

Otra manía es el título, no me gusta darlo hasta que la obra está en máquinas. Y la manía más grande es la corrección. Repaso diariamente lo que he escrito el día anterior, retomo la historia todos los días. Cuando la trama está muy avanzada tardo más tiempo en releer que en escribir. Por supuesto en ese estadillo final, los capítulos cerrados ya no los leo hasta el último repaso, que doy en papel. Ahí suelo tomar un rotulador gordo y de color muy chillón y tacho como una auténtica posesa lo que no me gusta. A veces he llegado a "cargarme" de 75 a 80 páginas, como mínimo. Y lo último, durante el proceso de creación de una obra, no leo nada que no sea documentación.

 

Un consejo para un escritor que comienza.

Que crea en él y en su trabajo por encima de todo. Que cuando le digan que es muy difícil llegar, que es para unos pocos, que si esto, que si aquello, piense que todos tuvieron una primera vez: todos. Y sobre todo que no se desanime si le llega un no.

A Montserrat Caballé también le dijeron que no servía para cantar, que se dedicara a hacer sombreros… A mí me preguntaron que si escribía la lista de la compra. Y sí, claro que la escribo, y con un dolor de alma, sobre todo al pagar…

 

¿Crees que las mujeres lo tenemos más difícil en la literatura?

No exactamente. Verás, pienso que hay más hombres escritores por dos motivos, ellos tienen más tiempo que nosotras y el mundo de la cultura está acostumbrado a que los hombres, que siempre han tenido más Antonia3tiempo, escriban. Creo que los españoles, mujeres y hombres, tenemos más difícil el mundo de la venta, porque los apellidos anglosajones y americanos se llevan más, seguimos en Bienvenido Mister Marshall. La mayoría de mis amigos literatos son hombres y estoy encantada. El problema no está en el sexo en sí, sino en lo de siempre: la manipulación del público. Como en todas las plazas, esto es una cadena, y, como tal, funciona por eslabones. Primero la manipulación del lector, luego su respuesta, después la editorial y al final esperando como un perrillo las migas de su amo, está el escritor. Es triste pero cierto.

Da igual que sea hombre que mujer, buen escritor que pésimo, que tengas una gran historia o una pésima historia, lo importante es que esté de moda. Como dice mi apreciadísimo amigo, Pedro de Paz, vamos a tener que hacernos suecos, y yo añado: ¿Hasta cuándo? Quizá hasta que cambien la moda. Con esto no quiero decir que Larsson sea malo, aún no lo he leído, y seguro que es bueno, pero sí que no porque él lo sea, los demás que comparten nacionalidad lo son. Al igual que todas las historias de vampiros no tienen la misma calidad ni el mismo tirón. Yo, por mi parte, no pienso guardar cola en el registro para cambiar mis apellidos, tampoco utilizaré seudónimo.

 

Pues ya somos dos, mi nombre es lo menos comercial que se me ocurre pero con un pseudónimo no me sentiría yo misma así es que… Bueno, Antonia, no te entretenemos más que sé que tienes mucho trabajo. Muchas gracias por concedernos un ratito de tu tuempo, ha sido un placer.

Gracias a ti. Me han encantado tus preguntas, que lo sepas.

 

Y yo he disfrutado una barbaridad con tus respuestas y estoy convencida que lo mismo les ha pasado a nuestros lectores. Un abrazo fuerte.

 

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