El misterio de las cabras y las ovejas

Opinión:

Cuando Joanna Cannon publicó en 2016 "El misterio de las cabras y las ovejas" se convirtió rápidamente en un éxito. En 2018, la editorial Debolsillo lo ha publicado. Ha sido una novela que he leído con mucho interés, es muy agradable hacerlo. La historia que nos narra sucede en el verano de 1976 y tiene esa atmósfera especial un poco nostálgica.

Ese verano de 1976 la desaparición de Margaret Greasy va a mantener en vilo a todo el vecindario. Ella es una mujer muy popular y a todos les extraña que se haya marchado sin más. Alrededor de esta desaparición van a haber varias hipótesis. Para Grace y Tilly, dos niñas, la señora Greasy está muerta y están empeñadas en demostrarlo así que llevarán a cabo su propia investigación paralela a la que lleva la policía. Pero la novela, o mejor la trama, no se queda en esto. Tomando como base esta desaparición vamos a ir conociendo secretos que afectan a todos los vecinos hasta el punto de que llega un momento en el que todos son sospechosos.

"El misterio de las cabras y las ovejas" no se ciñe a una única trama. Es cierto que la principal gira en torno a esta desaparición pero, de ella, surgen otras que van desde el chantaje hasta la pederastia o la religión. Cada una de estas subtramas no sólo nos dará pistas sobre lo que ha sucedido sino que aporta nuevos datos para ir conociendo mejor a los vecinos. De entre ellos hay uno que se convierte en el principal sospechoso por su pasado: Walter Bishop.

La novela muestra muy bien la condición humana, el como muchas veces se acusa sin fundamento ni pruebas, como un rumor puede desencadenar cosas malas.

Uno de los puntos fuertes de la historia son los personajes, especialmente las dos niñas. Grace y Tilly son amigas pero cada una de ellas tiene su carácter. Tilly es más mandona que Grace. Las dos son divertidas y muy inteligentes.

El tono general de la novela es un poco nostálgico debido a que sucede todo en el verano del 76 aunque hay un par de capítulos que van a remontarse a noviembre de 1967 y que nos esclarecerán muchas cosas. Me gusta este tono que tiene, además desarrollarla en verano le da un plus extra.

Joanna Cannon tiene un estilo narrativo que conecta con el lector. Sabe cómo mantener la tensión. Hasta el final no descubres qué fue lo que le sucedió a la señora Greasy. Mantener este tono, esta tensión, es fundamental para no aburrir al lector.

Todo ello son argumentos para leerla. Es una historia muy bien escrita y desarrollada.

Ysabel M.