El espía que engañó a Hitler

Opinión:

"El espía que engañó a Hitler" es una novela basada en hechos reales, a través de la cual comprobamos que en muchas ocasiones la realidad supera con creces a la ficción. Aun así, después de leer la novela y otras noticias relacionadas que aparecen últimamente en los medios, muchos se preguntarán ¿cómo pudo ser posible que sucediese algo así? Son muchas las variables a manejar y las incógnitas sin descifrar para que el lector pueda deducir cómo los nazis pudieron ser tan crédulos. Afortunadamente, gracias a esa confianza ingenua o necesitada, los aliados pudieron derrotar a Hitler.

Gracias a la narración del autor y sus fabulosas descripciones, en las que no falta detalle, nos sumergimos en el interior de Garbo y su mujer Araceli; descubrimos qué los llevó a convertirse en espías dobles y todo aquello que tuvieron que aguantar hasta conseguir lograr sus objetivos. Veremos como la imaginación de Juan Pujol, dotado de alma de escritor, le llevó a establecer una falsa red de espías con sede en Lisboa, que trabajaban sin descanso por la causa nazi; todo ello con el fin de engañar a los alemanes a través de informes falsos, al principio inventados por él mismo y posteriormente filtrados con ayuda de los servicios ingleses de inteligencia, que al final comprendieron que tenían con Garbo una baza muy importante en sus manos. Así surgió la idea final que convenció a los servicios secretos nazis de que el desembarco aliado se produciría en Calais y no en Normandía, cambiando el resultado de una guerra cruel y sangrienta.

La novela comienza con un prólogo en el que se describe la muerte en 1969, supuestamente accidental, de Thomas Harris, uno de los miembros del servicio de inteligencia inglés que trabajó mano a mano con Garbo. A continuación se relata como Juan Pujol y Araceli intentan dar forma a un plan loco y temerario con el que pretenden frustrar los planes de los nazis; para ello se ofrecen como espías a los alemanes con la intención de pasar información a españoles, ingleses o americanos. Sin embargo, tanto los alemanes como los ingleses no parecen muy dispuestos a aceptar su ofrecimiento.

Ante los primeros rechazos, Juan se torna taciturno, pero no se rinde gracias al apoyo incodicional de su esposa Araceli. Consciente de sus limitaciones y de su escasa preparación, comienza a urdir un plan en su mente para conseguir sus propósitos. Un plan que tardará en ver realizado por la reticencia de unos y otros. Finalmente, a través de múltiples engaños y de un mundo que crece en su imaginación, consigue ganarse la confianza de los alemanes y que los ingleses se fijen en él.

Una vez situado en Londres comenzará el juego de engaños, falsas apariencias que le obligarán a sacrificar su matrimonio, ya que estará obligado a estar incomunicado de Araceli, quien se pondrá nerviosa y exigirá saber lo que ocurre o descubrirá toda la trama y el complot urdido. Es indudable que Garbo es feliz en ese mundo de triquiñuelas, agentes dobles y falsedades. Su imaginaria red de espías crece sin parar, su mundo imaginario se multiplica y él parece plenamente absorbido por sus fantasías, unas fantasías que los alemanes creían y de las que estaban plenamente convencidos, ya que le otorgaron alguna que otra medalla a pesar de no ser miembro del régimen.

Además veremos de refilón que no todos estaban unidos dentro de las filas de Tercer Reich, sino que también había disensiones entre sus altos mandos. Desuniones e intrigas que les obligaron a bajar la guardia y a creer en aquello que de otra manera sería estudiado con más detenimiento. El autor nos muestra una historia trágica, con tintes cómicos de lo increíble que parecen ciertas situaciones, con algún que otro episodio de lo más surrealista y asombroso.

El lector encontrará una lectura entretenida, amena, divertida que disfrutará gracias a su lenguaje sencillo, a su cercanía, a la humanidad que desprende. Una historia que nos mantendrá en vilo a pesar de saber el resultado final, por lo menos el fundamental, aunque no así como terminó nuestro protagonista, lo que descubriremos hacia el final de la historia, aunque de una de manera rápida, como queriendo indicar que después de habler explotado todas sus artes para la gran misión de su vida, habría quedado en el olvido. José María Beneyto consigue recrear una trama de espionaje histórica con mucha naturalidad, dotándola de vida y mostrando la debilidad de los servicios secretos internacionales.

Mila L. Castelo