copa del mundo. la historia de un sueño

Opinión:

Estamos ante una obra ciertamente recomendable para todo aquel que sea aficionado al fútbol en general, y totalmente imprescindible para los fanáticos de ese gran acontecimiento futbolístico que se celebra cada cuatro años.

La presentación del libro es exquisita gracias a una cuidada selección de fotografías y dibujos, un excelente formato y un papel de gran calidad.

En relación al contenido abarca desde que Jules Rimet inventa la Competición y se embarca junto a los equipos europeos en el barco Conde Verde rumbo a Uruguay para celebrar la primera edición en 1930, hasta el famoso cabezazo de Zinedine Zidane a Mazeratti el año 2006 en el mundial celebrado en Corea del Sur y Japón.

Encontramos historias muy conocidas por haberse relatado mil veces, como el “Maracanazo” – la famosa victoria de Uruguay en el mundial de Brasil el año 1950 derrotando 1-2 a la anfitriona-, el escándalo del triunfo de Argentina por 6-0 en su mundial a Perú – equipo que prácticamente no había encajado goles en la competición-, la  vergüenza del Mundial de 1982 en el famoso pacto de no agresión entre las selecciones de Alemania y Austria – victoria por la mínima del primero eliminando a la sorprendente Argelia- o el “robo a mano armada“ sufrido por España a manos de Corea del Sur – con Gamal Glandour como autor material-.

Pero hay también historias igual de interesantes pero mucho menos conocidas como la victoria de Estados Unidos ante Inglaterra en el mundial de 1950 en Brasil –con levantamiento a hombros de los jugadores americanos por brasileños-, el tercer puesto alcanzado por Chile en su mundial de 1962 –con despliegue de la bandera Chilena por jugadores de Brasil en semifinales-, la intervención del príncipe y presidente de la Federación kuwaití de futbol, el cheikh Ahmed Al-Jabber en el mundial de 1982 – que ante un gol de Francia a Kuwait baja al césped a hablar con el árbitro y éste anula el gol- o la salida de Roger Milla con 38 años para jugar con Camerún el año 1990 – alcanzando los cuartos de final y siendo pieza esencial a pesar de haber estado tres años sin jugar-.

Por supuesto hay sitio para las grandes estrellas, en este caso no se pueden dejar fuera a Jules Rimet, Ferenc Puskas, Just Fontaine, Pelé, Robert Charlton, Johan Cruyff, Gerd Muller, Franz Beckenbauer, Platini, Maradona, Roger Milla o Zidane.

Pero sin lugar a dudas lo mejor del libro es aquella parte que relata los partidos épicos y que nos permite volver a revivir momentos mágicos de la competición, cada uno en el mundial o mundiales que haya podido “vivir“ . En mi caso, ¿cómo no emocionarme recordando los extraordinarios partidos jugados por Francia y Alemania en 1982 y 1986? ¿cómo no sentir nostalgia del triunfo de la Italia de Rossi contra el Brasil de Zico? ¿Cómo no admirar el calificado por Pelé como partido del siglo jugado en el mundial de 1986 por Brasil y Francia?

No podemos negar que también es muy enriquecedor recordar a los grandes de todos los tiempos aunque no se hayan “vivido”, como la Hungría subcampeona en 1954 a pesar de ser la gran favorita, el Pelé de Brasil o la Uruguay campeona, hoy casi olvidada.

La parte final del libro está destinada a relacionar las estadísticas fundamentales como los ganadores, los máximos goleadores, los récords y un apéndice de hechos históricos.

Editado a escasos meses de la  celebración del próximo mundial, primero a celebrar en el Continente africano, es todo un acierto el libro por cuanto ya se “ respira “ la competición por todos lados, en especial en España por ser considerada gran favorita, y en África por ser la gran oportunidad de celebrar la Competición justo en el momento en que los equipos del tercer mundo están mas parejos que nunca al resto.

Sólo podemos poner un “pero“ al libro y es que se nota demasiado el patriotismo del autor  (“chovinismo”), francés, al ensalzar demasiado a su país y a dos auténticos genios del balón, Platini y Zidane; no es que ambos jugadores no sean importantes, sino que se olvida de algunos que están al mismo o superior nivel, como los italianos Dino Zoff y Rossi o los brasileños Zico, Romario y Ronaldo.