Caza de brujas

Opinión:

Por fin un libro que se sale de la visión más convencional, anecdótica e incluso académica de la persecución secular de la brujería, sobre todo de las brujas, porque pone en perspectiva su auténtica naturaleza de represión por razones de poder y en una mayoría de los casos de represión contra esas mujeres que a menudo pretendían su libertad. Sin duda el dato que se ofrece en el libro, de que un 85% de los acusados por brujería eran mujeres explica perfectamente esa malhadada lógica.

Ese poder exclusivamente legitimado por su maldad y profunda hipocresía, cuyo objetivo inconfesable era un abuso autoritario sobre personas inocentes, injustamente maltratadas, torturadas e incluso ejecutadas con una crueldad infinita, con la banal excusa de una interpretación única de la verdad y del mal, gracias a supersticiones sabiamente combinadas con un poder tan omnímodo como excesivo.

La Inquisición, la sumisa domesticación de los cuerpos responsables de mantener el orden público, los sofisticados métodos de falsas confesiones basadas en la tortura, las "levas" masivas e indiscriminadas de acusados, en general todas las manifestaciones de esa cacería que duró siglos, se basan en una sutil gestión del miedo, ese que nace de la propia ignorancia y del control de la información sobre las masas, ese mismo que esta obra de Alfonso Trinidad trae al presente como una lección imprescindible, para conocer los siniestros métodos del poder cuando se ejerce gracias a la mentira y el terror.

Cientos de víctimas fueron ajusticiados, torturados y encarcelados, representando una de las páginas más oscuras de la Historia de la humanidad. Un horror institucionalizado, amparado en un abuso de ley consentido o incluso a menudo estimulado por los gobernantes de turno, porque este poder basado en el terror venía acompañado de un radical fanatismo producto de una dogmática visión de la realidad, esa cuyos matices eran perseguidos y castigados mediante una violencia institucionalizada extrema.

En la obra se relatan casos famosos, en una ágil y precisa prosa que nos permite una inmersión en esa historia tan penosa y trágica. Y para este relato el uso de la palabra cacería es una perfecta expresión, porque de eso se trataba, del acoso, persecución y ajusticiamiento de la presa humana. Con un riguroso recorrido histórico que sabiamente combina una adecuada explicación de los conceptos que expresaban eso que llamaban brujería, pero en el que sobre todo destaca una dimensión a menudo olvidada en este tipo de ensayos sobre este asunto, como es la historia de los "cazadores" más famosos de esta negra página del pasado. Esos sabuesos implacables, indiferentes al dolor y la verdad, que servían con absoluta entrega a ese designio divino que ellos mismos manejaban a su libre antojo para sus más oscuras ambiciones y miserias.

Un libro necesario, para, como escribe el propio autor de esta obra, confirmar que la historia siempre se repite, porque como advierte ayer fueron las brujas, pero mañana podría ser otra excusa la que sirviera para perseguir a un colectivo, para demostrar el poder y la perpetuación de unas creencias concretas, se amparen en uno u otro dios, porque parece que al maligno ya lo conocemos de sobra. Un libro cargado de enseñanzas para el presente, pero si quieren saber más, lean el libro.

Jorge Riet