el imperio de las mentiras

Opinión:

Mucho, y muy bueno, se ha escrito sobre la época más negra de la Historia Universal Contemporánea. Y, sin embargo, el tema no se ha agotado aún, ni lo hará en mucho tiempo, pues aún quedan millones de historias de supervivencia y horrores que tuvieron lugar en los años del auge del nazismo en Europa. “El Imperio de las mentiras” es una muestra más de la buena literatura que este periodo histórico es capaz de producir, y una de esas obras que, con un poco de suerte, impedirán que vuelva a repetirse jamás.
 
La novela, basada en las crónicas reales que se conservan del gueto de Lodtz, nos narra el día a día en esta ciudad dentro de la ciudad, en este monumento a la exclusión y a la violencia, gobernado con puño de hierro por  Mordechai Chaim Rumkowski, convertido en presidente del Consejo Judío Gobernante por obra de los nazis, y encumbrado a amo y señor del gueto por su propia mente. Decidido a convertir sus “dominios” en una máquina bien engrasada, acabó convirtiendo al gueto de Lodtz en uno de los principales suministradores del ejército nazi, lo que no significó la supervivencia de sus habitantes.
 
“El Imperio de las mentiras” es una novela tremendamente emotiva y sobrecogedora narrada con un lenguaje sencillo y directo que, sin embargo, no hace sino añadir emoción a lo narrado, pues las atrocidades parecen aún más dolorosas cuando se desnuda a la narración de todo lo accesorio. Se despoja al horror de lugares en los que esconderse y obliga al lector a enfrentarlos cara a cara. Sem-Sandberg traslada al lector a las calles de aquel gueto infame en el que la esperanza moría sin que nadie pudiera socorrerla y nos obliga a mirar a los ojos a lo peor del ser humano. Y a veces a lo mejor también. “El Imperio de las mentiras” no es sólo una magnífica novela sobre el Holocausto, es también una lección de historia y psicología, una llamada de atención, un canto a la vida, un deseo susurrado de que no olvidemos. 
  
María Martín