homenaje

Opinión:

Para sacar el mejor jugo posible a su lectura, debido a la variedad de temas y registros que incluye, este es un libro que debe leerse con calma, relato a relato, dedicándole su tiempo a cada historia por separado, seguido de su correspondiente reposo, puesto que, en cada una de ellas, Domingo Santoshomenajea a un autor diferente. A la vez que recrea su mundo, sigue sus pautas literarias, de manera que se transforma en cada ocasión, aportando un relato que se desarrolla dentro de los temas propios de cada autor seleccionado, pero siempre con la impronta del autor, que reinterpreta según su visión personal la que bien podría ser otra nueva historia de ese mismo autor, a quien está dedicada cada una, si hubiese tenido la oportunidad de escribirla.
 
Es un trabajo camaleónico, que, por momentos, nos hace rememorar nuestras propias lecturas anteriores de la obra de todos esos autores incluidos. Y a fe mía que está bien conseguido, pues consigue que la lectura vaya pareja tanto con la novedad como con el recuerdo propio, sugiriendo unas imágenes, que junto con el repaso de las ideas originales, se entremezclan con las propuestas surgidas de la lectura.
 
Aunque se presenta como una antología de doce relatos, en mi opinión más bien contiene once relatos y una novela corta, pues la historia que cierra la antología ocupa casi cien páginas, bastante más de lo que sería de esperar y también una historia mucho más extensa que cualquiera otra de las demás que incluye el libro, las cuales van desde las cuatro páginas del más corto hasta las cerca de cincuenta de algunas otras.
 
Algo que me ha recordado la estructura de la revista Nueva Dimensión, de la que Domingo Santosfue uno de los editores, donde primero iban los relatos, empezando por alguno de los más cortos para entrar en situación y, si era el caso del número en cuestión, seguía con una novela corta. Con la siempre esperada culminación, aunque solo presentes en las mejores épocas, de las páginas verdes, que consistían en unas secciones de actualidad, colocadas al final de cada número, y que eran las primeras donde se iba la mirada al abrir la revista.
 
Como es lógico, la calidad y la profundidad de los textos no son homogéneos y el lector percibirá altibajos. Aunque también es cierto, que nuestra lectura puede verse influenciada por lo que conozcamos de cada autor y nuestra propia opinión respecto de cada uno. Claro está que se trata de una selección personal, posiblemente algo diferente de la que haríamos nosotros. Y si alguno no entra dentro de nuestros preferidos, es posible que por esa misma opinión previa, la historia propuesta coincida en esa personal valoración.
 
Ahora bien, tengo que reconocer que todos los autores que aparecen en esa lista son de lo más ilustre y los títulos escogidos para cada historia, bien representativos de su obra, pero que igualmente habrían cabido otros tantos, aunque entonces el libro podría resultar demasiado voluminoso, mientras que así es bastante manejable y proporciona unas dosis más que suficientes de ensoñación y muy buena lectura. 
  
Selin