un final de película

Opinión:

Un final de película de Robyn Sisman es, por un lado, una divertida novela romántica y, por otro, una aguda crítica del mundo del espectáculo.

En un primer momento encontramos a la protagonista, Paige Carson, sumergida en su mundo habitual. Hija de famosos, Paige es una exitosa y bella actriz, que triunfó muy joven. Vive en un mundo lujoso y artificial, protegida y aislada, sin contacto con la vida cotidiana del común de los mortales. A su alrededor, Robyn Sisman sitúa los personajes habituales del mundo cinematográfico: directores, guionistas, publicistas, compañeros de reparto, etc. Además del glamour de Hollywood, la autora nos muestra la falsedad, los montajes publicitarios, los celos profesionales, la banalidad e, incluso, lo sórdido que se esconde tras su brillante fachada.

Paige atraviesa una crisis personal y profesional, se siente sola y no tiene proyectos cinematográficos en perspectiva. Es el momento en que recibe la oferta de un prestigioso teatro en Londres para representar una obra de Shakespeare. Decide aceptarla y seguir los pasos de su mejor amiga, que vive en Inglaterra felizmente casada. Demostrará al mundo que es algo más que una cara bonita y, si los ingleses son tan maravillosos como dice su amiga, puede que encuentre al hombre de su vida.

Una vez en Londres, Paige se encuentra sin la protección que la rodeaba en Hollywood, tiene que hacer cosas cotidianas como ir caminando al teatro para ensayar; se siente desprotegida y asustada pero, poco a poco, se va adaptando a su nueva vida. Es todo un reto para ella, lo mismo que la obra de Shakespeare que ha ido a representar pues en ese mismo teatro han actuado grandes nombres de la escena mundial.

Su casero es Ed, productor y realizador de documentales culturales. Ahora la novela es narrada a dos voces: por un lado, Paige y sus problemas de adaptación a una nueva cultura y, por otro, Ed y sus dificultades para sobrevivir en un mundo que da preferencia a los llamados programas basura, en los que domina el escándalo, lo sórdido, relegando las producciones culturales de calidad.

Con un lenguaje ágil y de fácil lectura, una trama interesante y bien estructurada, Robyn Sisman con Un final de película nos ofrece una obra entretenida, amena, divertida e interesante. He disfrutado mucho leyéndola, se la recomiendo, pasarán un buen rato con su lectura.
 
Jaci Alía Arreche