bucanero

Opinión:

Tim Severin consigue introducirnos en su historia comenzando la narración con un abordaje pirata que nos recuerda a la inolvidable novela La isla del Tesoro, de Robert Louis Stevenson, con sus marineros de loros al hombro y patas de palo. En esta ocasión sin loro y sin pata de palo, pero con un tono narrativo similar.
 
El autor es un gran conocedor del mar y de los barcos y lo demuestra en el uso de todos los términos relacionados con ellos, así como de las costumbres de a bordo.
 
Los amantes de la historia y de lo relacionado con el mundo naval disfrutarán leyendo esta novela. El autor no sólo conoce a la perfección la época de la que habla, sino que también se solaza en explicarla de forma amena para el lector. Habla con profusión de las costumbres del Caribe en el siglo XVII; relata de forma coherente la situación de las colonias españolas; así como la relación entre España e Inglaterra; introduce personajes en la novela que son históricos y su descripción de los paisajes naturales y la flora y fauna de las islas caribeñas es realista.
 
Quizá el único punto oscuro de la novela es la falta de finalidad argumental. El protagonista, Hector Lynch, se pasa más de 300 páginas dando tumbos de un lado a otro sin llegar a nada. Da la impresión de que sus deambular no tiene ningún fin.
 
Los diálogos están bien contruidos, así como la caracterización de los personajes. La narración fluye y, aunque no hay momentos estelares en la novela, tampoco contiene errores de peso, con lo que "Bucanero" se convierte en un libro de lectura sencilla y amena para pasar una tarde domingo.

Gemma Nieto